El velorio y entierro de José Rafael Ogando, también conocido como Saul Myllones, se llevaron a cabo en medio de un profundo pesar. Ogando, un bailarín de 24 años, falleció en los Estados Unidos tras someterse a múltiples cirugías estéticas. Según sus familiares, estas intervenciones, presuntamente realizadas por un cirujano de nacionalidad dominicana, resultaron en su trágica muerte. Aparentemente, el médico involucrado huyó a la República Dominicana, y hasta el momento, las autoridades no han identificado públicamente al responsable ni emitido declaraciones oficiales.
Los familiares denuncian mala práctica médica y exigen justicia para esclarecer los hechos. Relatan que Ogando se sometió a las cirugías con el objetivo de mejorar su apariencia y proyectar una identidad femenina, lo que, según ellos, fue determinante en su fallecimiento.
Quienes conocían a José Rafael lo describen como una persona alegre, con una vida llena de aspiraciones en Nueva York, donde esperaba desarrollar su carrera. La comunidad dominicana tanto en Nueva York como en República Dominicana está conmocionada por este trágico suceso, y la familia espera la cooperación de las autoridades para que el caso no quede impune y se identifiquen a los responsables.
El caso ha reavivado el debate sobre los riesgos asociados a las cirugías estéticas y la necesidad de mayores regulaciones en el ámbito médico, tanto en Estados Unidos como en República Dominicana.
