
SD.- La noche del lunes 8 de abril fue escenario de un hecho lamentable en el reconocido centro de entretenimiento Jet Set, donde el desplome del techo provocó la pérdida de Aracelis Núñez, una mujer de 49 años, madre de tres hijas y abuela de una niña de cinco años. Sus familiares, aún afectados por la situación, reclaman justicia y esclarecimiento de lo sucedido.

El incidente ocurrió mientras decenas de personas disfrutaban de una presentación artística en el interior del establecimiento. De acuerdo con los testimonios, la estructura cedió repentinamente, lo que generó un ambiente de confusión entre los presentes. Aracelis se encontraba cerca de la salida junto a conocidos, pero no logró salir a tiempo.
Su hija Kara Núñez, de 27 años, explicó cómo se enteró del suceso. “Me levanté temprano, como siempre, y vi la noticia en redes sociales. Cuando supe que se trataba del Jet Set, sentí en mi corazón que mi madre estaba allí. Fue una desesperación total”, expresó. En medio de la incertidumbre, intentó comunicarse con su madre, pero las llamadas no fueron respondidas, lo que mantuvo vivas sus esperanzas por horas.
Aracelis trabajaba en el área de atención al usuario del hospital Ney Arias Lora, donde se destacó por su compromiso. “No era doctora, pero servía con una dedicación admirable. Personas venían desde comunidades lejanas y ella las atendía con el mismo respeto y entrega, sin importar si las conocía o no”, recordó su hija mayor.

La identificación fue posible gracias al testimonio de una persona que logró escapar del lugar y brindó datos sobre quienes permanecían en el interior. Los tatuajes con los nombres de sus hijas también facilitaron el reconocimiento. “Nosotras no sabíamos dónde estaba. Su teléfono y documentos habían sido llevados por error a otro hospital. Eso hizo más difícil todo”, explicó Kara. Una llamada desde un número desconocido confirmó finalmente la información: “Hemos identificado el cuerpo de tu mamá.”
Durante el desplome, Aracelis estaba con otras cinco personas. Solo ella y otra mujer dejaron de vivir. Un testigo señaló que el grupo intentó salir tras notar señales del colapso, pero ambas quedaron rezagadas debido a la rapidez del derrumbe.
La familia Núñez exige que se aclaren las circunstancias del hecho. “Sabemos que nada nos la va a devolver, pero necesitamos justicia. No puede quedar impune solo porque algunas personas involucradas tengan poder o recursos”, reclamó su hija mayor.
A pesar del tiempo transcurrido, no se han producido arrestos ni se ha presentado un informe oficial que defina responsabilidades.

La pérdida ha afectado especialmente a las hijas menores de Aracelis, de 13 y 19 años, quienes vivían con ella. Kara ahora cuida de sus hermanas y de su hija pequeña. “Cada una está viviendo su duelo a su manera. La más pequeña llora todos los días. No es fácil explicar la muerte a una niña de cinco años”, añadió.
El personal del hospital Ney Arias Lora ha acompañado a la familia con apoyo constante. Colegas, pacientes y vecinos han ofrecido palabras de consuelo. Incluso semanas después, el teléfono de Aracelis sigue recibiendo mensajes. “Ver esos mensajes es desgarrador. Muchos adultos mayores siguen escribiéndole para preguntar por ella”, relató su hija.
Aunque los acompañantes de Aracelis no han contactado directamente a la familia, personas cercanas a ellos han mantenido el vínculo para ofrecer apoyo. El caso ha despertado preocupación por la seguridad en centros de entretenimiento del país. La familia y otros afectados piden medidas que prevengan futuros hechos similares y aseguren entornos adecuados para todos.
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