Cinco días han pasado desde que Wellington Reyes, de 34 años, murió estando bajo arresto de la Policía Nacional en San José de Ocoa. Pese al tiempo transcurrido, la familia no recibe aún una explicación clara de lo ocurrido y acusa a las autoridades de haberlo matado a golpes durante su estadía en el destacamento.
El vocero de la Policía Nacional, Diego Pesqueira, ha insistido en que el caso está siendo investigado, pero hasta el momento -según dijo- no se han encontrado pruebas que indiquen que el hombre fue maltratado durante su tiempo bajo custodia.
La versión de la familia
Reyes, padre de tres hijos y vendedor de frituras, fue arrestado durante una redada el pasado 1 de septiembre por, presuntamente, haber ultimado a golpes a Eddy Arias, de 25 años, en Ocoa.
La familia asegura que él no participó en el hecho y solamente se encontraba en el lugar y momento equivocado. “Él ayudó a subir el cadáver para llevarlo al hospital, porque él estaba vivo (refiriéndose a Arias). Lo agarraron preso y un muchacho inocente murió”, asegura Marcia Ruiz, la madre de Reyes.
Durante su estancia en el destacamento, Reyes enfermó y tuvo que ser llevado al hospital. La familia confesó que no estaba en buen estado y presentaba señales de que había sido golpeado fuertemente.
Según afirmaciones de la familia, la policía “aprovechó” el momento en el que la madre -quien ahí era la única presente- salió a la casa para traerle medicamentos a Reyes para trasladarlo del hospital al cuartel. Más tarde, concretamente el sábado, el joven falleció y, hasta el momento, no se conoce la causa exacta.
Tanto Marcia Ruiz como la esposa de Reyes, Abdias Niris Guerrero, aseguran que les han dado cuatro versiones distintas de la causa de muerte: primero fue un ataque de epilepsia; segundo por falta de sustancias ilícitas, pues el fallecido ya habría consumido anteriormente; tercero por problemas en el pulmón; y cuarta por un virus contagioso en la cabeza.
Ellos niegan todas ellas, y declaran que fue golpeado hasta la muerte por la policía. Incluso algunos de sus compañeros de celda, como aseguraron a Diario Libre, confirman que Reyes habría sido maltratado por las autoridades del destacamento.
El cuerpo de Reyes ya ha sido enterrado por mandato de las autoridades, pues el virus que tendría en la cabeza pudiera ser contagioso. Ni la madre ni su esposa ni su hermano han recibido explicaciones claras de lo que de verdad ocurrió, y la policía “sigue investigando“.
La familia busca respuestas por su cuenta para encontrar una explicación definitiva. Entretanto, el duelo por la pérdida de Reyes se hace notar entre pensamientos de justicia y de suicidio entre sus allegados.