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MADRID.– El fútbol español está de luto tras el fallecimiento, este lunes a los 91 años, de Enrique Collar, uno de los mejores futbolistas en la historia del Atlético de Madrid y referente indiscutible del club rojiblanco durante la década de los años 60.
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Apodado “El Galgo”, Collar fue uno de los grandes extremos izquierdos de su época y dejó una huella imborrable en el Atlético, club con el que disputó 470 partidos oficiales, cifra que lo mantiene como el quinto jugador con más encuentros en la historia de la entidad, empatado con Antoine Griezmann. Además, ostenta el récord de haber sido capitán durante diez temporadas, más que cualquier otro futbolista rojiblanco.
Internacional con la selección española en 16 ocasiones, participó en el Mundial de Chile 1962 y formó parte del proceso clasificatorio de la Eurocopa de 1964, torneo que España acabaría conquistando.
Un extremo zurdo de época
Nacido en San Juan de Aznalfarache (Sevilla) en 1934, Collar destacó por su velocidad, habilidad y profundidad por la banda izquierda. Desde la línea de cal, fue un atacante decisivo, anotando 105 goles con el Atlético de Madrid entre 1953 y 1969.
Inició su trayectoria futbolística en el Imperial de su localidad natal antes de pasar por el Peña Norit. En 1949 ingresó en las categorías inferiores del Atlético y, con solo 18 años, firmó su primer contrato profesional. Tras una cesión al Cádiz y otra al Murcia —donde contribuyó al ascenso del equipo— regresó definitivamente al club madrileño.
Debutó con el primer equipo el 13 de septiembre de 1953 ante el Espanyol y permaneció 15 temporadas consecutivas defendiendo la camiseta rojiblanca.
Palmarés y momentos históricos
Con el Atlético de Madrid, Enrique Collar conquistó una Liga (1965-66), tres Copas del Generalísimo (1960, 1961 y 1965) y la Recopa de Europa de 1962, el primer título europeo del club. Fue testigo y protagonista de momentos clave como el adiós al antiguo estadio Metropolitano y la inauguración del estadio Manzanares en 1966.
Una vida ligada al Atlético
Tras retirarse en 1970, Collar continuó vinculado al club durante toda su vida. Recibió la insignia de oro y brillantes del Atlético de Madrid y la medalla de plata al Mérito Deportivo de la Delegación Nacional de Deportes y Educación Física. Además, fue miembro de la Asociación de Veteranos y presidió la Fundación Atlético de Madrid entre 2005 y 2011.
El Atlético de Madrid y el fútbol español despiden a una de sus figuras más emblemáticas, un jugador que encarnó los valores de entrega, lealtad y compromiso que marcaron una época dorada en la historia rojiblanca.