Un piloto de un F-35 mantuvo una conferencia aérea de 50 minutos con ingenieros intentando resolver un problema técnico en un avión de combate valorado en 200 millones de dólares, antes de que la aeronave se estrellara en la pista de la Base de la Fuerza Aérea Eielson en Alaska, forzando su eyección de emergencia.
Según imágenes difundidas en redes sociales, el avión cayó en espiral el 28 de enero y estalló en llamas después de que el piloto aterrizara a salvo en la pista gracias a su paracaídas.
El accidente fue causado por la formación de hielo en las líneas hidráulicas del tren de aterrizaje del F-35, lo que impidió su correcto despliegue, de acuerdo con un reporte de investigación obtenido por CNN.

Tras el despegue, el piloto intentó retraer el tren de aterrizaje sin éxito. Al tratar de bajarlo nuevamente, el sistema no se centró y quedó bloqueado en ángulo izquierdo. Los intentos por resolver la falla hicieron que el avión reaccionara como si estuviera en tierra, según el documento.
El piloto estableció entonces comunicación con cinco ingenieros de Lockheed Martin mientras la aeronave sobrevolaba la zona de la base aérea. La llamada de emergencia se prolongó durante casi una hora.
Posteriormente, el piloto intentó realizar dos maniobras de ‘toque y despegue’ para enderezar el tren de nariz atascado, pero ambos intentos fallaron y resultaron en el congelamiento completo de los sistemas de aterrizaje.
En ese momento, los sensores de la aeronave indicaban erróneamente que estaba en tierra y el F-35 se volvió ‘incontrolable’, obligando al piloto a tomar la decisión de eyección en fracciones de segundo.
Una inspección posterior de la Fuerza Aérea reveló que un tercio del fluido en el sistema hidráulico de los trenes de nariz y principal derecho consistía en agua contaminante.
Nueve días después del accidente, se registró un problema similar en la misma base, aunque en esa ocasión el avión afectado pudo aterrizar sin incidentes. La temperatura al momento del siniestro era de -1 grado Fahrenheit (-18,3 °C).
El reporte investigativo concluyó que ‘la toma de decisiones de la tripulación, incluyendo aquellos participantes en la conferencia aérea’, junto con la falta de ‘supervisión adecuada del programa de materiales peligrosos’, contribuyeron directamente al accidente.
Lockheed Martin, fabricante del F-35, ha enfrentado críticas por supuestos recortes en los estándares de producción mientras mantiene costos elevados. El precio unitario del caza ha disminuido en años recientes, pasando de aproximadamente 135,8 millones de dólares en 2021 a 81 millones en 2024, según un acuerdo preliminar entre el Departamento de Defensa de EE.UU. y la contratista.
En noviembre, Elon Musk, entonces asesor de Eficiencia Gubernamental, criticó el programa F-35 del Pentágono por su ejecución deficiente y prometió recortar el gasto federal destinado al mismo.
‘El diseño del F-35 estaba roto a nivel de requisitos, porque se exigía que cumpliera demasiadas funciones para demasiados usuarios. Esto lo convirtió en una solución costosa y compleja, especialista en nada. El éxito nunca estuvo entre sus resultados posibles’, escribió Musk en X.
‘Y los aviones de combate tripulados están obsoletos en la era de los drones de todos modos’, añadió. ‘Solo conseguirán que maten pilotos’.
Se proyecta que el programa F-35 se extienda hasta 2088, con costos totales anticipados que superarán los 2 billones de dólares, según la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de EE.UU.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


