WASHINGTON — Semanas antes de la publicación de la explosiva investigación del *New York Post* sobre la ‘laptop del infierno’ de Hunter Biden, al equipo del senador Ron Johnson se le ofreció el infame dispositivo, pero ‘no pudo aceptarlo’ debido a diversas preocupaciones, según reveló el legislador en el último episodio del podcast ‘Pod Force One’.
‘Ustedes obtuvieron la que iba a ser entregada a nosotros, pero no pudimos aceptarla’, relató Johnson (republicano por Luisiana) a la columnista Miranda Devine de *The Post*. ‘Sonaba como una historia sospechosa. Algo con lo que había que tener mucha precaución’.
‘Había que verificarla adecuadamente. Había que hacer la debida diligencia. Pensamos que podría tratarse de propiedad robada. No tenía idea. Así que tuvimos que seguir nuestras reglas de integridad’, añadió el senador.
La laptop del hijo del presidente Joe Biden había sido abandonada en un taller de reparación de computadoras en Delaware en 2019. El propietario, John Paul Mac Isaac —quien es legalmente ciego—, creyó que el hijo del entonces candidato presidencial la había dejado allí, aunque no estaba completamente seguro.
Copias del disco duro comenzaron a circular y, finalmente, *The Post* lo utilizó para publicar en octubre de 2020 un reportaje sobre un correo electrónico incriminatorio. Este mostraba que Hunter Biden había presentado al asesor de la empresa ucraniana Burisma, Vadym Pozharskyi, a su padre, quien en ese momento era vicepresidente.
La historia, publicada tres semanas antes de las elecciones presidenciales, fue suprimida por plataformas como Facebook y Twitter (ahora X), que incluso bloquearon temporalmente la cuenta de *The Post*. Además, 51 exfuncionarios de inteligencia firmaron una carta cuestionando su veracidad. No obstante, con el tiempo, otros medios de comunicación hicieron referencia al contenido de la laptop, y fiscales federales la utilizaron como evidencia en el juicio contra Hunter Biden por posesión ilegal de un arma de fuego.
‘El FBI, obviamente, obtuvo la laptop de Hunter Biden en diciembre de 2019. Así que podían autenticarla; sabían que era real’, afirmó Johnson.
El senador relató que, aproximadamente en la misma época en que su equipo recibió la oferta, el FBI lo sometió a lo que él describió como una sesión informativa ’emboscada’. El senador Chuck Grassley (republicano por Iowa) también recibió una sesión similar por separado.
‘Esto fue en agosto [de 2020]’, recordó Johnson, explicando que el FBI les advirtió a él y a Grassley que ‘debían tener cuidado con la desinformación que pudiera provenir de Rusia y Ucrania’.
‘Creo que tal vez en esa sesión informativa podrían haber hablado sobre lo que también decían públicamente: que podría haber desinformación sobre el hijo del presidente’, señaló.
Johnson afirmó haber quedado ‘bastante furioso’ con la sesión, ya que el FBI no le aportó ‘nada que yo no supiera’ y se preguntó quién había instigado a los agentes.
‘Sí, absolutamente lo fue’, respondió cuando se le preguntó si se trató de una ’emboscada’. ‘Estaba destinada a sacarnos del camino’.
El equipo del senador recibió la copia de la laptop hacia ‘finales de septiembre’ y contactó al FBI, que ya tenía el dispositivo original y, según Johnson, les dio ‘largas’ durante semanas.
Johnson, quien preside el Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado, aclaró que no ‘vine al Senado para investigar’, sino para trabajar en reformas a Obamacare y atacar el problema de la deuda nacional.
Sin embargo, tras asumir brevemente la presidencia del Comité de Seguridad Nacional del Senado en 2015, se convirtió en una figura clave para las investigaciones en la cámara alta.
‘Cuando estalló el escándalo de los correos electrónicos de Hillary Clinton, no solo era mi responsabilidad investigar la corrupción dentro del gobierno, sino que, específicamente, esto tenía que ver con los registros federales y la posible violación de la Ley de Registros Federales’, explicó. ‘Así que eso comenzó mi carrera investigadora’.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**