Un hombre sin hogar con adicción a las drogas y extenso historial delictivo fue acusado de golpear hasta la muerte a una mujer, meses después de que un juez lo enviara a un programa de desvío por otro crimen violento, según fuentes policiales y registros judiciales.
La policía informó que Cassidy Wyatt Allen, de 45 años, fue arrestado horas después de que oficiales descubrieran a una mujer gravemente herida dentro de su vivienda en el bloque 200 de la Avenida Granada alrededor de las 3:04 p.m. del domingo.
A pesar de los esfuerzos de salvamento por parte de los primeros respondedores y personal médico, la mujer fue declarada muerta en la escena, según un comunicado del Departamento de Policía de San Francisco (SFPD).
Los investigadores no tuvieron que buscar mucho para encontrar a Allen. Una verificación de bienestar separada los llevó hasta él, tendido en una acera cercana, dijo una fuente policial. Fue arrestado sin incidentes.
Allen fue ingresado en la Cárcel del Condado de San Francisco a las 8:19 a.m. del lunes bajo sospecha de asesinato y allanamiento de morada en primer grado. Permanece detenido sin fianza.
Un examen del historial de Allen muestra que este no fue su primer enfrentamiento con la ley. Los registros judiciales revisados por The California Post revelan que Allen estaba inscrito en un programa de desvío, a pesar de arrestos previos por robo en segundo grado, agresión, asalto con arma mortal, infligir lesiones a un adulto mayor o dependiente, y posesión de herramientas de allanamiento y parafernalia de drogas.
Los programas de desvío de California permiten a los jueces dirigir a los acusados, a menudo aquellos con trastornos de salud mental o por uso de sustancias, lejos de la cárcel y hacia el tratamiento. Los cargos pueden luego ser pausados o desestimados si el infractor completa exitosamente el programa.
El caso de Allen es el último ejemplo que alimenta la creciente reacción contra los programas de desvío de California, que según los críticos rutinariamente devuelven a las calles a delincuentes violentos o inestables bajo la apariencia de tratamiento.
La desviación de salud mental, en particular, ha estado en el centro de varios casos de alto perfil en Los Ángeles, donde el Fiscal del Distrito Nathan Hochman ha desafiado a los jueces por liberar a acusados peligrosos.
Uno de los mayores puntos de conflicto ocurrió en septiembre, cuando un tribunal de apelaciones estatal revocó la decisión de la Jueza Lana Kim de conceder la desviación previa al juicio a Job Uriah Taylor, el hombre acusado de un brutal ataque con tubería por odio cerca de una estación de la Línea Expo de Santa Mónica que dejó a un hombre negro sin hogar permanentemente discapacitado.
La oficina de Hochman argumentó que Taylor era una amenaza para la seguridad pública con historial de abandonar el tratamiento. Un panel de apelaciones estuvo de acuerdo, sin encontrar evidencia de que Taylor cumpliría con la medicación o las condiciones una vez liberado.
Hochman criticó la decisión que inicialmente envió a Taylor a desviación en lugar de a juicio: “Esta desviación fue una injusticia. Bajo la estructura voluntaria de ODR, en cualquier momento Taylor puede salir caminando, y no pueden detenerlo. El público merece algo mejor que un sistema que libera a delincuentes peligrosos bajo el sistema de honor”.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**