El hombre afgano acusado de disparar contra dos miembros de la Guardia Nacional en Washington D.C. comparte una estrecha conexión militar con un compatriota arrestado un día antes en Texas por realizar amenazas de bomba, según ha conocido The Post. Ambos arrestos han centrado la atención nacional en las fallas de verificación y monitoreo de migrantes afganos –incluyendo a muchos que ayudaron a las fuerzas estadounidenses– tras la caótica retirada de tropas bajo la Administración Biden. Fuentes revelaron que, en un vínculo preocupante, ambos hombres sirvieron en la misma base de contraterrorismo en Kandahar durante la guerra.
Rahmanullah Lakanwal supuestamente disparó contra dos soldados de la Guardia Nacional cerca de la Casa Blanca el día antes del Día de Acción de Gracias. Mohammad Dawood Alokozay está acusado de hacer amenazas de bomba en Texas unos días después del tiroteo en D.C.
Miembros de la administración Trump revelaron detalles sobre Lakanwal inmediatamente después de que supuestamente disparara, matando a la Especialista Sarah Beckstrom. El exdirector de la CIA, John Ratcliffe, confirmó que había trabajado para apoyar a EE.UU. en una base de operaciones especiales del Ejército afgano.
Sin embargo, el documento de acusación contra Alokozay, de 30 años, no especificaba su historial en Afganistán o cómo llegó a EE.UU. Un alto exfuncionario militar afgano reveló a The Post que Alokozay trabajó en la misma base que Lakanwal, sirviendo como guardia de seguridad en la Strike Force 03. Ambos coincidieron allí, aunque con roles diferentes. No se confirmó si interactuaron durante su servicio.
“Alokozay estuvo en esta unidad seis años. Vigilaba las torres dentro de la base”, declaró el general Haibatullah Alizai, último jefe de Estado Mayor del Ejército afgano antes de la caída de Kabul.
La instalación, establecida en el antiguo complejo del líder talibán Mullah Omar, albergaba a unos 1.900 soldados y era sede de la Kandahar Strike Force (QSF).
Alizai, quien habló con fuentes tras el arresto, obtuvo información sobre el servicio de Alokozay y su historial. “Decían que era una persona educada. Esto se remonta a la Policía Nacional Afgana”, otra institución donde sirvió años. Ambas posiciones podrían haberle dado oportunidades de ataque, sugiriendo que pudo radicalizarse tras migrar a EE.UU., casi al mismo tiempo que Lakanwal.
“Estuvo en la guerra casi 20 años, solo seis con el QSF. Necesitamos investigar más cómo se radicalizó”, afirmó Alizai. “Este tipo necesita más investigación, incluso más que Lakanwal”.
Las autoridades federales acusaron a Alokozay de amenazar a otros dos afganos en un chat grupal difundido en TikTok. Según los cargos, amenazó con construir una bomba para un ataque suicida contra “infieles”.
La denuncia federal detalla: “Alokozay declaró que los talibanes le eran queridos y que vino a Estados Unidos para matar a los que estaban en la llamada. También afirmó que quería realizar un ataque suicida contra estadounidenses”.
El Departamento de Justicia añadió que habló de construir una bomba en su vehículo usando un contenedor de aceite de cocina amarillo, método favorecido por los talibanes para artefactos explosivos improvisados (IED).
Un informante que vio el video dijo a The Post que Alokozay “repetidamente emitía amenazas violentas” y alertó a la policía de Fort Worth y al FBI.
Según la traducción del videochat obtenida por The Post, Alokozay se jactó ante el grupo: “¿Entonces te suicidarás con los infieles?”. Él respondió: “Me suicidaré contigo, con tus infieles, cualquiera que esté en desacuerdo… haré un ataque suicida con bomba contra él”.
Tras preguntas sobre cómo y cuándo actuaría, dijo que haría la bomba en su casa o auto, refiriéndose al contenedor amarillo: “Haré el barril amarillo aquí, me suicidaré contigo, con ustedes que son infieles… soy afgano, soy musulmán… no hay más Dios que Dios”.
El 4 de diciembre, las autoridades anunciaron el arresto de un tercer afgano, Jaan Shah Safi, acusado de apoyar al Estado Islámico de Irak y Siria-Khorasan (ISIS-K), grupo que reivindicó el ataque de agosto de 2021 en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai durante la retirada estadounidense.
“Este incidente sucedió aquí mismo en nuestra comunidad”, dijo el representante Ben Cline, cuyo distrito vio el arresto. “Subraya las consecuencias del fracaso de la Administración Biden para verificar adecuadamente a los casi 190.000 afganos liberados bajo la Operación Bienvenida Aliados”.
La Especialista Sarah Beckstrom murió por las heridas, mientras el Sargento Andrew Wolfe muestra signos positivos en su recuperación.
Los tres hombres llegaron en 2021 bajo esa operación. “Ahora tenemos tres nacionales afganos que vinieron tras la fallida retirada de Biden, arrestados por actividad violenta o extremista en semanas”, declaró el representante Jeff Van Drew (R-NJ). “Hay una clara responsabilidad de investigar conexiones y tomar pasos para evitar que otra amenaza se cuele por las grietas”.
The Post contactó al Departamento de Seguridad Nacional, el Pentágono y la CIA buscando confirmación sobre conexiones gubernamentales pasadas de los detenidos.
Shawn VanDiver, presidente de #AfghanEvac, acusó a la administración de distorsionar la información tras el tiroteo. “Parece que seleccionan estas historias para sacarlas de contexto y fabricar indignación contra los afganos”, afirmó.
Alizai advirtió que la urgencia por identificar afganos radicalizados podría perjudicar a otros que intentan detectar compatriotas extremistas. “Todas estas amenazas están ligadas a nosotros, y todos solo tratan de sobrevivir en esta situación complicada”, dijo.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**