El exalcalde de Culiacán Jesús “Chuy” Valdés visitó Los Ángeles para reunirse y escuchar a líderes migrantes de Sinaloa que forma parte de la Fraternidad Sinaloense en California, y otros grupos.
“El objetivo es escuchar la problemática migratoria y atender a la invitación que cada año nos realiza la comunidad sinaloense en Los Ángeles”, dice a La Opinión.
Entre las cosas que usualmente le piden cuando se reúne anualmente con los migrantes, es que sigan los programas de visas de trabajo para que gente de Sinaloa pueda seguir viniendo al campo y a otras áreas para trabajar legalmente en Estados Unidos.
“Así que necesitamos fortalecer las relaciones con Estados Unidos”.
Otra de las peticiones que le plantean sus paisanos en Estados Unidos, es el apoyo en el trámite de las visas humanitarias para que las familias se reunifiquen.
Ha sido impulsor del programa de visas humanitarias “Uniendo corazones al son de la banda” que ha logrado que padres del estado de Sinaloa que son adultos mayores puedan venir por medio de una visa a visitar a sus hijos que radican en California, y que no pueden viajar a México debido a su estatus migratorio.
“Hemos logrado que se reunifiquen hijos con sus padres a los que no han visto durante 20, 30 o 40 años”.
El exalcalde de Culiacán entre 2016 y 2018, también ha sido diputado estatal y federal y secretario de ganadería y agricultura del estado de Sinaloa.
“La situación de Sinaloa es difícil porque se nos está acabando el agua. No ha llovido. Las presas están al 25 o 30% de su capacidad, y algunas se encuentran por debajo de esos porcentajes. Tenemos cuatro municipios con estiaje”.
Dice que por otra parte, están tratando de hacer de Sinaloa un estado industrial con opciones de empleo bien pagados, y lo lograran en la medida en que emprendan proyectos de energía limpia.
“Somos 100% un estado productor, líder en producción de tomate, frijol, garbanzo, maíz y trigo, pero queremos enfocarnos en las energías limpias, la eólica y la solar, para dar una expectativa más fuerte de trabajo a los jóvenes”.
Además tienen una de las empresas de carne, más grandes e importantes en el país.
“Yo soy ingeniero agrónomo y productor del campo también”, dice.
Admite que sí hay algunos problemas con la seguridad en Sinaloa, pero considera que en la medida que generen empleos bien remunerados, los muchachos ya no se verán en la necesidad de dedicarse a actividades delictivas.
“Sinaloa necesita dar el segundo paso hacia la industrialización, y estar a la vanguardia en transporte, seguridad y la videovigilancia”.
También dice que hay mucho interés en el comercio, porque bastantes comerciantes de Sinaloa vienen a Los Ángeles a surtir sus boutiques.
“Otros vienen a hacer intercambios educativos, a perfeccionar el idioma y a estudiar. Yo soy producto de un intercambio. Vine a hacer la high school a Minnesota. Era el único mexicano en la escuela”, recuerda.
Añade que otro de los temas que se tiene que explorar es el deportivo, ya que Sonora ha sido cuna de deportistas, pero más importante que todo, afirma que es generar las condiciones para que los sinaloenses regresen a su estado y puedan invertir y tener seguridad.
En el tema de la música de banda, que se pretendían prohibir en Mazatlán y que ha causado titulares más allá de México, menciona que es parte de la identidad y cultura de Sinaloa, pero estima que deben establecerse horarios y cierta regulación.
“Si bien la gente va a divertirse a Mazatlán, también tenemos turismo que nos visita porque quiere descansar de tanto trabajo y estrés y, y lo menos que desea es que le pongan la música afuera de su cuarto de hotel en las primeras horas del día”.
Recalcó que no se trata de prohibir la banda sino de regularla con horarios y espacios.
“Todo se puede permitir con respeto sin perder nuestra esencia que es la música de banda”.