Aliia Roza, una ex ciudadana rusa que afirma haber sido una espía de seducción entrenada por el Servicio Federal de Seguridad (FSB), está rompiendo su silencio. En un nuevo podcast llamado «To Die For» de Tenderfoot TV e iHeartPodcasts, Roza revela cómo fue entrenada para manipular y seducir a sus objetivos, convirtiéndolos en obsesionados por ella. Esta es la primera vez que una supuesta agente de seducción rusa habla abiertamente sobre su entrenamiento, técnicas, objetivos y misiones.
El comienzo de una espía
Nacida en una familia kazaja-tártara de un oficial militar de alto rango en la Unión Soviética, Roza estuvo involucrada desde una edad temprana en un programa gubernamental especial para hijos de oficiales de alto rango. Desde niña, fue entrenada en artes marciales, actividades físicas y disciplina mental, aprendiendo a nunca rendirse, ser vulnerable o débil.
A los 18 años, Roza fue seleccionada entre 350 estudiantes para participar en un programa top secret desarrollado por ex psicólogos de la KGB y oficiales de alto rango. Allí, aprendió el arte de la seducción y la persuasión para obtener información de objetivos enemigos.
El arte de la manipulación
Según Roza, el entrenamiento iba mucho más allá del sexo. Se enfocaba en el arte de la comunicación, aprendiendo a vestirse, maquillarse, presentarse, hablar con los objetivos y hacer que confiaran en ella. «Es sobre la psicología de las personas, de los criminales, de los hombres», explica. «Es entender la perspectiva de los hombres y lo que exactamente quieren».
Una parte crucial del entrenamiento era aprender a dar cumplidos específicos y apropiados para atraer a los objetivos. «Cuando seduces, no es simplemente decir ‘Me gusta tu chaqueta’. Tiene que ser algo realmente específico y apropiado para ese momento», dice Roza. «Esto hará que las personas se sientan realmente atraídas por ti».
Técnicas de seducción avanzadas
Roza también aprendió técnicas de seducción más avanzadas, diseñadas para hacer que el objetivo se obsesionara con ella. «Es un juego completamente diferente», afirma. Aunque no entra en detalles sobre estas técnicas, sugiere que son «realmente intensas».
La manipulación mental
Además de las técnicas físicas de seducción, Roza fue entrenada en manipulación mental. Aprendió a guiar las conversaciones de manera que los objetivos se abrieran y confiaran en ella. «Aprendes a ser cortés, amigable, respetuoso en la sociedad», explica.
El lavado de cerebro
A pesar de su entrenamiento, Roza afirma que le tomó «muchos años» darse cuenta de que había sido «lavada de cerebro» para convertirse en una «manipuladora maestra». Le hicieron creer que era una heroína luchando contra el tráfico humano y de drogas, salvando a niños secuestrados. «Sentí que nadie podía hacerme nada. Estaba sacrificando mi cuerpo haciendo todas estas misiones», recuerda.
La fuga y la nueva vida
En 2004, Roza se enamoró de un hombre al que se suponía que debía obtener información. Cuando los asociados de este hombre descubrieron que era una espía, Roza huyó de Moscú con la ayuda de su amante y eventualmente se estableció en Los Ángeles, asumiendo un nuevo nombre.
La decepción con rusia
Roza se describe como «decepcionada» por la guerra Rusia-Ucrania iniciada por Putin. «Todas estas personas inocentes han muerto sin razón», lamenta. «Necesitamos hablar en contra de este mal».
Enseñando seducción para el empoderamiento
Hoy en día, Roza enseña sus técnicas de seducción no a agentes en entrenamiento, sino a mujeres que buscan aumentar su autoestima. Tiene más de un millón de seguidores en Instagram.
Esperanza de inspirar a otras mujeres
Roza espera que su historia inspire a otras mujeres a compartir sus experiencias y apoyarse mutuamente. «Espero que podamos unirnos», afirma.
La explotación de los agentes
Neil Strauss, el autor detrás del podcast, destaca que la investigación sobre la historia de Roza reveló que «los agentes son tan explotados como los objetivos». «No hay ganadores aquí cuando se usan el sexo y el amor como armas de guerra», agrega.
La historia de Aliia Roza ofrece una mirada sin precedentes al mundo de las espías de seducción rusas y las tácticas de manipulación utilizadas por el FSB. A pesar de su entrenamiento intensivo y sus habilidades de seducción, Roza finalmente se dio cuenta de que había sido explotada por el gobierno ruso. Su decisión de hablar públicamente sobre su pasado es un paso hacia el empoderamiento personal y la esperanza de inspirar a otras mujeres a compartir sus historias.