El asesino conocido como el ‘Demonio de los Ozarks’ pasó meses esperando el momento adecuado y recolectando suministros para preparar su escape de una prisión de Arkansas a finales de mayo, lo que desencadenó una búsqueda de dos semanas, según una revisión interna de las autoridades penitenciarias publicada el viernes.
Grant Hardin, un exagente de policía de 56 años, está de nuevo tras las rejas, cumpliendo el resto de su condena de 80 años por asesinato, violación y secuestro, luego de que las autoridades lo capturaran a solo dos millas de la prisión después de dos semanas prófugo.
Hardin escapó exitosamente de la prisión North Central Unit en Calico Rock el 25 de mayo, haciéndose pasar por un guardia. Vistió un uniforme casero que elaboró con herramientas recolectadas durante su trabajo en la cárcel, según la investigación penitenciaria.
El fugitivo declaró a las autoridades que pasó seis arduos meses recolectando lo necesario de la cocina, incluyendo marcadores usados y ropa abandonada, según el informe.
Utilizó todo para crear un uniforme falso que, aparentemente, fue suficiente para burlar cada capa de seguridad entre su celda y el exterior.
Completó el uniforme improvisado con una placa falsa hecha de una tapa de lata vieja.
‘Hardin declaró que escondía la ropa y otros artículos que necesitaría en el fondo de un bote de basura en la cocina, ya que nadie lo revisaba’, señaló el informe.
Tras sus revelaciones, dos empleados de la prisión fueron despedidos, incluido un miembro del ‘laxo’ personal de cocina que a menudo dejaba al convicto sin supervisión.
El otro despedido fue un guardia que permitió a Hardin salir de la prisión durante su escape sin verificar su identidad.
‘[Hardin] declaró que cuando llegó a la puerta, simplemente le indicó al oficial que ‘abriera la puerta’, y así lo hizo’, detalló el informe.
Otros empleados fueron degradados o suspendidos, informaron las autoridades esta semana.
Hardin afirmó que no recibió ayuda directa de otros reclusos o personal, aunque su falta de supervisión facilitó su escape, según el informe.
Dijo a los oficiales que planeaba vivir en el bosque durante seis meses hasta que ‘las cosas se calmaran’ antes de dirigirse al oeste. Cuando fue capturado, sobrevivía solo con insectos, huevos de aves, bayas y agua destilada de una máquina de apnea que tomó de la prisión.
El informe concluyó que Hardin fue mal clasificado y nunca debió estar en una prisión de mediana seguridad. Tras su captura, fue trasladado a una prisión de máxima seguridad.
Para corregir fallos expuestos por el escape, el departamento de correcciones eliminó las cerraduras eléctricas de las puertas para evitar salidas sin autorización. También planea instalar cámaras adicionales y nuevas políticas de revisión para contrabando.
Hardin se declaró inocente de los cargos por escape y su juicio está programado para noviembre.
Actualmente cumple su condena por la violación y asesinato de una maestra de primaria en 1997. El exjefe de policía de un pueblo cerca de la frontera entre Arkansas y Missouri no fue arrestado hasta que evidencia de ADN lo vinculó al caso en 2017.
Sus crímenes fueron retratados en el documental ‘Demonio de los Ozarks’.
REDACCIÓN FV MEDIOS