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En las últimas décadas, la comunidad médica ha observado con
creciente preocupación un fenómeno inquietante: el
aumento significativo de dos tipos de cáncer entre las mujeres,
especialmente en edades más jóvenes. Nos referimos al cáncer de
estómago y el cáncer colorrectal, cuyas tasas de incidencia han
experimentado un ascenso «preocupante» en diversos
países del mundo.
Este desarrollo ha generado gran alarma entre los expertos,
quienes se esfuerzan por comprender las causas subyacentes y
encontrar formas efectivas de abordar esta tendencia alarmante.
Entender los factores de riesgo, los síntomas y los avances en los
tratamientos se vuelve fundamental para enfrentar este desafío de
salud pública.
Cáncer
de estómago: un aumento preocupante entre las mujeres
Tendencias alarmantes a nivel global
Los registros de cáncer en múltiples estados de Estados Unidos
han revelado una tendencia inquietante: el cáncer de estómago ha
ido aumentando a un ritmo mayor en
las mujeres más jóvenes en comparación con los hombres. En casi
dos décadas, las tasas entre las mujeres menores de 55 años se han
incrementado un 3%, el doble que entre los hombres jóvenes.
Esta tendencia no se limita solo a Estados Unidos. Estudios a
nivel global han detectado un aumento sostenido de los casos de
cáncer de estómago en mujeres jóvenes en diversas regiones, como
América Latina, Europa del Este y algunos países asiáticos.
«Es alarmante ver cómo cada vez más mujeres jóvenes,
incluso en sus 30s y 40s, llegan a nuestras consultas con un
diagnóstico de cáncer de estómago», comenta la Dra. Shria
Kumar, gastroenteróloga e investigadora de la Universidad de
Miami.
Factores de riesgo y posibles causas
Los expertos barajan varias hipótesis para explicar este
fenómeno preocupante. Uno de los factores de riesgo más importantes
parece ser la infección por la bacteria Helicobacter
pylori, la principal causa de la mayoría de los cánceres de
estómago.
Otros elementos que podrían estar influyendo son los cambios en
los estilos de vida de las mujeres jóvenes, como un mayor consumo
de alimentos ultraprocesados, el aumento del sedentarismo y el
tabaquismo. Incluso se han explorado posibles efectos de nuevas
sustancias químicas introducidas en el sistema alimentario.
«El entorno que ve tu estómago es todo lo que tomas en
tu cuerpo. Las mujeres jóvenes beben y fuman más, lo que puede
estar influyendo en este aumento», señala el Dr. Srinivas
Gaddam, gastroenterólogo del Centro Médico Cedars-Sinai.
Asimismo, los factores genéticos también parecen desempeñar un
papel importante, especialmente en los casos de cáncer de estómago
en personas más jóvenes. Mutaciones en genes como CDH1 y los
trastornos hereditarios como el síndrome de Lynch pueden
incrementar significativamente el riesgo.
Desafíos en la detección temprana
A diferencia de otros tipos de cáncer, como el de mama o el
colorrectal, actualmente no existe un protocolo de cribado
generalizado para la detección precoz del cáncer de estómago. Esto
representa un gran obstáculo, ya que los síntomas suelen aparecer
cuando la enfermedad está en una etapa avanzada.
«El cribado generalizado no tiene sentido en Estados
Unidos porque el cáncer de estómago no es lo suficientemente
frecuente. Pero esperamos que futuras investigaciones puedan
determinar con precisión los subgrupos de mayor riesgo que podrían
beneficiarse de pruebas anuales», explica la Dra.
Kumar.
Mientras tanto, la recomendación es que las personas con
antecedentes familiares de cáncer gastrointestinal o que
experimenten síntomas persistentes, como ardor, dolor abdominal,
náuseas o pérdida de peso, consulten a su médico sin demora.
Cáncer
colorrectal: una tendencia alarmante en mujeres jóvenes
El aumento sostenido a nivel global
Al igual que en el caso del cáncer de estómago, los expertos han
observado una tendencia preocupante en el aumento de los casos de
cáncer colorrectal entre las personas menores de 50 años,
especialmente en mujeres.
Datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) muestran
que en el continente americano se registran aproximadamente 246.000
nuevos casos de cáncer colorrectal y alrededor de 112.000 muertes
por esta enfermedad cada año.
Estudios realizados en países como Estados Unidos, Reino Unido,
Corea y Ecuador han revelado que, desde la década de 1990, el
incremento anual promedio de los casos de cáncer colorrectal en
adultos jóvenes ha sido de alrededor del 2% al 5%.
«Si se comparan las cifras actuales con la tasa que
teníamos hace 30 años, algunos estudios apuntan incluso a un
aumento del 70% en la incidencia del cáncer colorrectal en
pacientes jóvenes», advierte el Dr. Paulo Hoff, oncólogo
clínico y presidente de Oncología D’Or en Brasil.
Factores de riesgo y posibles causas
Los expertos señalan que este preocupante aumento está
relacionado con los cambios en los estilos de vida de las últimas
décadas, como una mayor obesidad,
sedentarismo, consumo de alcohol
y alimentación basada en productos
ultraprocesados.
«Pasamos de la era de las enfermedades infecciosas a la
de las enfermedades crónicas, y mucho tiene que ver con el estilo
de vida de las personas», afirma el Dr. Mauricio Maza,
asesor regional en prevención y control del cáncer de la OPS.
Además, se barajan otros factores, como el uso
indiscriminado de antibióticos, que podrían estar
alterando la microbiota intestinal y aumentando la susceptibilidad
al desarrollo de este tipo de cáncer.
Importancia de la detección temprana
A diferencia del cáncer de estómago, existen herramientas de
detección temprana más desarrolladas para el cáncer colorrectal,
como la prueba de sangre oculta en heces y la colonoscopia. Sin
embargo, aún persisten desafíos en cuanto a su accesibilidad y
adherencia por parte de la población.
Los expertos recomiendan una estrategia de «embudo»: la prueba
de sangre oculta en heces como un cribado inicial para todas las
personas mayores de 45 años, y posteriormente, la derivación a una
colonoscopia en caso de resultados positivos.
«La colonoscopia es la mejor prueba porque tiene mayor
sensibilidad para detectar lesiones con precisión. Además, permite
eliminar inmediatamente algunos pólipos que podrían convertirse en
cáncer», explica el Dr. Alexandre Jácome, miembro del
Comité de Tumores Gastrointestinales Inferiores de la Sociedad
Brasileña de Oncología Clínica.
Sin embargo, reconocen que la implementación de programas de
cribado basados únicamente en colonoscopias a gran escala es
prácticamente imposible en la mayoría de los países, por lo que la
prueba de sangre oculta en heces se presenta como una alternativa
más asequible y viable.
Avances en
los tratamientos: mejores pronósticos
A pesar de la preocupante tendencia en el aumento de casos, la
buena noticia es que los tratamientos del cáncer de estómago y
colorrectal han experimentado importantes avances en las últimas
décadas, lo que ha mejorado significativamente los pronósticos de
los pacientes.
Cáncer de estómago: más opciones y mejores resultados
En el caso del cáncer de estómago, los tratamientos suelen
incluir una combinación de cirugía, quimioterapia, radioterapia e
incluso inmunoterapia. Gracias a estos avances, «cuando
este tumor se detecta a tiempo, las posibilidades de curación
superan el 95%», afirma el Dr. Diego Márquez, oncólogo
médico del Hospital Universitario Reina Sofía.
Incluso en los casos más avanzados, con metástasis, la esperanza
de vida de los pacientes se ha multiplicado por tres o cuatro en
comparación con hace 20 años. «Ser diagnosticado con cáncer
de estómago metastásico ya no es una sentencia de muerte»,
agrega el especialista.
Cáncer colorrectal: mejores tasas de supervivencia
En el caso del cáncer colorrectal, los avances en las técnicas
quirúrgicas y la aparición de nuevos fármacos de quimioterapia e
inmunoterapia también han contribuido a mejorar significativamente
los pronósticos.
«Cuando este tumor se detecta a tiempo, las
posibilidades de curación superan el 95%», enfatiza el Dr.
Hoff. Incluso en los casos más avanzados, con metástasis, la
esperanza de vida de los pacientes ha aumentado considerablemente
en las últimas décadas.
No obstante, los expertos recalcan la importancia de la
detección temprana, ya que cuanto más temprano se diagnostique el
cáncer, mayores serán las posibilidades de tratamiento exitoso y
curación.
Recomendaciones
clave para la prevención y el manejo
Ante este preocupante escenario, los expertos enfatizan la
importancia de adoptar medidas preventivas y de detección temprana
para hacer frente a estos dos tipos de cáncer que están aumentando
a un ritmo alarmante entre
las mujeres jóvenes.
Prevención y estilos de vida saludables
Evitar el consumo de tabaco y alcohol: dado que
el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol son factores de
riesgo clave, es fundamental promover estilos de vida libres de
estos hábitos.
Adoptar una alimentación equilibrada: reducir
el consumo de alimentos ultraprocesados y aumentar la ingesta de
frutas, verduras y alimentos frescos puede ayudar a disminuir el
riesgo.
Mantener un peso saludable y practicar
ejercicio: el sobrepeso y la obesidad se asocian con un
mayor riesgo de cáncer, por lo que es importante mantener un estilo
de vida activo.
Controlar la exposición a factores de riesgo:
minimizar la exposición a sustancias como el radón y evitar ser
fumador pasivo pueden contribuir a la prevención.
Detección temprana y seguimiento médico
Realizar exámenes de detección regular: las
pruebas de sangre oculta en heces y las colonoscopias periódicas
son fundamentales para la detección precoz del cáncer
colorrectal.
Consultar al médico ante síntomas persistentes:
estar atentos a síntomas como ardor estomacal, cambios en el ritmo
intestinal, sangrado o pérdida de peso, y acudir al médico de
manera oportuna.
Considerar antecedentes familiares: las
personas con historial familiar de cáncer gastrointestinal deben
someterse a un seguimiento médico más estrecho.
Seguir las recomendaciones de las autoridades
sanitarias: estar al tanto de las actualizaciones en las
pautas de cribado y detección temprana, ya que pueden variar según
el contexto local.
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