

Un documento firmado por Teoaris Miguel Báez Polanco, esposo de Zulinka Pérez e integrante de una de las familias afectadas por el trágico evento en el centro de entretenimiento Jet Set, revela un acuerdo mediante el cual desistieron de toda acción legal a cambio de una suma económica.
El 27 de mayo quedó registrada la entrega de un cheque por un millón de pesos dominicanos, como parte de una transacción legal que implica la renuncia total, definitiva e irrevocable a cualquier tipo de reclamo, demanda, indemnización o acción judicial contra la empresa Inversiones E y L S.R.L., propietaria del establecimiento nocturno.
Esposo de Zulinka también firmó acuerdo en el caso Jet Set y recibió compensación La esposa del firmante, Zulinka Pérez, es hija del reconocido artista dominicano Rubby Pérez, lo que vincula directamente a la familia con la tragedia ocurrida en el emblemático local.
El acuerdo, formalizado ante notario, fue incorporado por la defensa de Antonio Espaillat López y Maribel Espaillat de Veras como parte del expediente judicial, con el objetivo de mostrar que algunos afectados han optado por soluciones extrajudiciales.
Ambas partes dejaron asentado en el documento su decisión de no continuar con ninguna acción legal presente o futura, clausurando así cualquier litigio pendiente entre la familia de Pérez y los propietarios del Jet Set.
Este acuerdo pasa a formar parte del cuerpo probatorio del proceso, y aunque todavía las autoridades judiciales no han emitido un juicio sobre su valor determinante, la defensa de los hermanos Espaillat insiste en que este tipo de soluciones voluntarias evidencian una apertura al entendimiento por parte de algunos allegados a las víctimas.
El expediente continúa siendo examinado, con la evaluación de múltiples pruebas, peritajes y testimonios que buscarán establecer el nivel de responsabilidad y las consecuencias jurídicas en torno al colapso del techo del local ocurrido en marzo de 2025.


Esposo de Zulinka también firmó acuerdo en el caso Jet Set y recibió compensación
Este antecedente notarial se suma al historial del caso, como uno de los primeros acuerdos firmados formalmente entre familiares y la parte acusada, en medio de un proceso que aún despierta un intenso seguimiento público y mediático.


