En el reel publicado esta semana, Heiming se dirigió a sus más de 945 mil seguidores en Instagram y contó las últimas actualizaciones sobre este padecimiento; para ello, se refirió a dos personas que están recorriendo los Estados Unidos en bicicleta para motivar un cambio en el FTD. Y en este contexto, imaginó lo que habría dicho Bruce Willis al respecto.
“Me imagino lo que diría Bruce: ‘Espero que recuerden hidratarse’. Lo apoyo. ¡Manténganse fuertes y seguros! Estoy muy orgullosa de ustedes”, manifestó. La publicación tuvo miles de “likes” y saludos para el actor que está bajo el cuidado de sus familiares. Sin embargo, sus palabras no pasaron desapercibidas, y generaron todo tipo de dudas sobre si el actor de “Duro de matar” puede o no hablar.
Hace algunos días, su hija mayor, Rumer Willis, estuvo en Today para hablar sobre las próximas presentaciones de su mamá y se refirió al estado general del actor.
“Está muy bien”, aseguró, y además contó un costado tierno de su padre, quien pasa tiempo junto a su primera hija, Lauetta. “De hecho, pude verle justo antes de venir a Nueva York. Lou está empezando a caminar un poco, caminó hacia él. Fue algo muy dulce”, indicó.
Cabe señalar que su círculo más íntimo, compuesto por su actual esposa, su expareja sentimental (Demi Moore) y sus hijas, es el encargado de dar los detalle alrededor de la salud del reconocido actor que tiene miles de fanáticos en el mundo. Sin embargo, a fines del año pasado, el guionista amigo de Willis, Glenn Gordon Caron, aseguró que va todos los meses a visitarlo y que tiene contacto directo con su familia. En esa oportunidad, dio a conocer que el actor tiene ciertas dificultades en el habla, aunque no aseguró que lo perdió totalmente.
En diálogo con New York Post, el guionista de “Luz de luna” señaló: “Intento ir a visitarlo todos los meses, pero no siempre soy tan bueno (…) Lo que hace que su enfermedad sea tan alucinante es que si alguna vez pasaron tiempo con Bruce, sabés que no hay nadie que tenga más joie de vivre [alegría de vivir] que él… Amaba la vida y simplemente adoraba despertarse cada mañana y tratar de vivir la vida al máximo”.
“Mi sensación es que entre uno y tres minutos él sabe quién soy. Él no es totalmente verbal. Solía ser un lector voraz, una característica que no quería que se supiera sobre él, y ahora ya no lee. Todas esas habilidades lingüísticas ya no están disponibles para él y, sin embargo, sigue siendo Bruce. Cuando estás con él, sabés que es Bruce y estás agradecido de que esté ahí; pero la alegría de vivir se ha ido”, manifestó en aquella oportunidad.