Un grave episodio de violencia contra la mujer conmocionó recientemente a Turquía, luego de que Eser Karaca, madre de dos hijos y empleada del área de salud, fuera asesinada a tiros por su expareja en el hospital privado donde laboraba.
El hecho ocurrió en la ciudad de Gaziantep, dentro de un centro médico donde la víctima ejercía como secretaria.
Horas antes del ataque, Karaca había solicitado por cuarta vez una orden de alejamiento contra su agresor, aunque la notificación no llegó a ejecutarse con la rapidez necesaria.
El autor del crimen, identificado como Atilla Ayıntaplı, de 44 años, ingresó al hospital con una bolsa plástica azul, según registraron las cámaras de vigilancia.
Dentro llevaba una escopeta que utilizó pocos minutos después para cometer el asesinato.
De acuerdo con los testimonios recogidos, Karaca intentó huir junto a una compañera al percatarse de la presencia de su exesposo.
Sin embargo, el hombre la persiguió por los pasillos y logró acorralarla en la zona de las escaleras, mientras el personal médico y los pacientes corrían despavoridos para ponerse a salvo.
En un intento por protegerse, la mujer levantó las manos, pero recibió tres disparos que le causaron la muerte inmediata.
Tras consumar el ataque, Ayıntaplı dejó el arma en la entrada del centro de salud y escapó del lugar.
Fue detenido poco después por las autoridades y, durante su arresto, confesó el crimen antes de ser puesto a disposición judicial.
El asesinato de Eser Karaca ha generado una fuerte reacción social y nuevas protestas en Turquía, donde organizaciones feministas y defensores de derechos humanos reclaman medidas urgentes para reforzar los mecanismos de protección a mujeres en situación de violencia.
Denuncian que, a pesar de las reiteradas solicitudes de ayuda de la víctima, el sistema de justicia no logró evitar el desenlace fatal.
Este caso se suma a una larga lista de feminicidios registrados en el país, que continúan visibilizando la necesidad de políticas más eficaces y de una aplicación rigurosa de las medidas de protección para salvaguardar la vida de mujeres amenazadas por sus parejas o exparejas.




