El seleccionado de México avanzó a la gran final de la Nations League contra su acérrimo rival Estados Unidos, después de vencer 3-0 a su similar de Panamá, en un duelo que se vio envuelto por la polémica de las dos primeras anotaciones del combinado azteca.
Tanto en las anotaciones de Edson Álvarez como del colombiano naturalizado mexicano Julián Quiñones, el sistema de revisión de video de todos los juegos oficiales de la FIFA, tuvo una participación directa y aunque al final de cuentas decidió validar las dos anotaciones del cuadro nacional dirigido por Jaime Lozano, las interrogantes sobre la legalidad de ambos goles quedaron flotando en el aire.
Obviamente el menos culpable de estas decisiones fue el combinado mexicano, que después de superar una serie de altibajos, tuvo los arrestos para enfilarse a esta importante victoria en un duelo bañado por la polémica y por las serias interrogantes respecto a la continuidad al frente del Tricolor del técnico Jaime Lozano.
La realidad es que no todo fue miel sobre hojuelas, pues quedó claro que el lateral volante por derecha Julián Quiñones está lejos de ser una solución después de que Jorge Sánchez, no vio actividad debido a una suspensión por acumulación de tarjetas contra Honduras en los cuartos de final de la Nations League.
Obviamente esto le complicó la existencia a México en todo el partido, sobre todo porque en el esquema táctico de Lozano, no hubo mucha participación por la bandas y esa labor correspondió a Julián Quiñones y a Uriel Antuna, quienes terminaron haciendo el trabajo sin llegar a ser una amenaza constante.
También quedó claro que Henry Martin sigue sin acomodarse como único nueve en el frente ofensivo del cuadro nacional y que en medio campo, Edson Álvarez, Erick “Chiquito” Sánchez y Luis Chávez, son por el momento, la mejor zona del equipo nacional.
Debido a estos altibajos, en el segundo tiempo, el equipo de México tuvo serios problemas hasta antes de calmar las cosas con el 3-0 de Orbelín Pineda, pues los panameños tuvieron tres oportunidades, pero la figura de Guillermo Ochoa apareció para alzar la mano y decir que todavía hay cuerda por un rato para seguir como indiscutible titular del cuadro nacional.
Así, México enfrentará el domingo a Estados Unidos, en otra edición de esta gran rivalidad del llamado clásico del Río Bravo y en donde el equipo mexicano no puede darse el lujo de seguir contando con estos deslices de rendimiento, pues de lo contrario, el cuadro nacional de las barras y las estrellas les aplicará un tropiezo que puede tener serias implicaciones en el futuro de equipo azteca.
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