Nueva York – Los casos de explotación sexual de menores en Puerto Rico que se están identificando con más frecuencia son prioridad en la agenda de trabajo de los agentes del FBI (Negociado Federal de Investigaciones) en la isla, confirmó el director de la oficina federal en el territorio, Joseph González.
Escuadra del FBI dedicada a investigar estos casos en Puerto Rico
El aumento en arrestos de estos ofensores sexuales y el procesamiento de más casos en años recientes responde en parte al trabajo investigativo de los oficiales de la agencia federal como parte de una reestructuración de las labores a través de la creación de una escuadra especial por parte de González una vez fue nombrado al puesto en julio de 2021.
“Vimos un aumento durante la pandemia. La razón para eso es que todo el mundo, y en especial, los niños, en sus casas, 24 horas metidos en sus computadoras, sin mucha supervisión, ahí sí hubo un aumento en los casos. Hace ya, casi dos años, decido crear una escuadra dedicada a investigar esos casos. Sí, estamos viendo muchos casos de este tipo”, indicó González en entrevista exclusiva con El Diario.
El director del FBI en Puerto Rico explicó que son más de 12 agentes del FBI y de la Policía de Puerto Rico asignados a estos trabajo.
“Lo que pasaba antes era que este grupo era parte de otra escuadra, así que eran crímenes violentos y crímenes violentos contra niños. Tenían que trabajar los ‘carjackings’, secuestros, robos a bancos, pero también tenían la responsabilidad de investigar los casos contra los niños. Imagínate, un secuestro pasa, la escuadra completa se tenía que activar, y hacían una pausa de los crímenes contra niños y se enfocaban en el secuestro o lo que fuera. La división permite que el enfoque de ellos sea solamente este delito 100 % dándole los recursos necesarios para hacer el trabajo”, abundó.
¿Qué es la explotación sexual infantil?
La explotación sexual ocurre cuando un grupo de personas o una persona involucra a niñas, niños o adolescentes en actos sexuales para satisfacción propia o de otras personas a cambio de cualquier tipo de beneficio.
La explotación sexual a es una forma de violencia que existe en todo el mundo.
Hay varias modalidades de este delito, según la Unicef.
Por ejemplo, actos sexuales remunerados o con promesa de remuneración que implica la utilización de las víctimas en actividades sexuales a cambio de una remuneración, promesa de remuneración o cualquier otra forma de retribución. Una segunda modalidad es la utilización de imágenes de niños en pornografía o la representación, por cualquier medio, de menores en actividades sexuales explícitas o de sus partes íntimas con fines sexuales.
Una tercera modalidad es la explotación sexual comercial en viajes y turismo, que ocurre cuando abusadores viajan de su país de origen al del menor para incurrir en delitos de explotación sexual.
Una hoja informativa del Departamento de Estado de Estados Unidos divulgada en el 2021 alertó que las nuevas tecnologías están facilitando la explotación sexual de los menores a través del ciberespacio.
Las acciones incluyen la difusión en vivo del abuso sexual de niños usando aparatos electrónicos como teléfonos celulares, en muchos casos para fines de lucro. Aplicaciones y redes sociales son regularmente las vías que utilizan estos delincuentes para abordar a las víctimas y ejercer coerción sobre estas para que participen en actividades sexuales. “Los expertos calculan que hay cientos de miles de menores explotados sexualmente en línea a nivel mundial, y aparentemente la cantidad está aumentando. Las víctimas pueden ser niños o niñas, que oscilan desde muy temprana edad hasta la adolescencia, y procedentes de todos los entornos étnicos y socioeconómicos”, lee la información divulgada por las autoridades federales.
El perfil de los depredadores sexuales de menores en Puerto Rico
El modus operandi que identifican los agentes del FBI en Puerto Rico en cuanto a explotación sexual infantil no se distancia de lo expuesto por el Departamento de Estado.
Sin embargo, en el caso de la isla, González estableció diferencias cuando el abusador conoce personalmente al menor versus cuando tiene acceso a este a través de internet. Lo que es común es que estas personas se aprovechen de las vulnerabilidades del niño o la niña y los manipulen hasta llevarlos a incurrir en actos sexuales.
Sextorsión a las víctimas
“Si es a través de alguien conocido, es totalmente diferente versus el ‘grooming’ (acoso) a través del internet por parte de un desconocido. (En general, es) alguien que encuentra las vulnerabilidades del niño, una tristeza, soledad, un menor que le están haciendo ‘bullying’, y explota esa información. (Le dice a la víctima) ‘tú eres bella’ para ganarle la confianza, y tan pronto le dan la confianza, le empieza a pedir fotos íntimas, y tan ponto tienen esas fotos, las usan para extorsionar sexualmente a los niños, y les dicen que si no le comparten más fotos o no se encuentran para tener relaciones, van a dejarle saber a los padres o van a publicar las fotos. Vemos diferentes tipos de maneras en que operan estas personas”, detalló el encargado de la oficina en San Juan del FBI.
Para llegar al punto de desgastar psicológicamente al menor, estos criminales tienen que haber ganado su confianza, insistió González.
“Lo que vemos es que son personas que tienen acceso a los niños de una manera u otra…personas que tienen una confianza ya con el niño. Normalmente vemos que las víctimas son entre las edades de 10 a 16 años. Antes eran muchas víctimas niñas; lo que estamos viendo ahora son tanto niñas como niños, varones de igual manera”, abundó el entrevistado.
Las redes más populares de los depredadores sexuales
En cuanto a las redes de contacto con las víctimas, González señaló que los adultos inician la comunicación por las más populares para luego llevar al menor a habilitar cuentas en otras más privadas.
“Lo que vemos es que empiezan en las redes normales, sea Instagram, Snapchat, Facebook. Ahí hacen el acercamiento, y de ahí, van a decir que se mueva a una plataforma más privada, un Signal o un Telegram, donde ellos piensan que la comunicación con la víctima es directa, es encriptada y que nadie más va a poder ver esas conversaciones o esas imágenes”, reveló.
“¿Cuántas veces estos menores se encuentran con los abusadores?”, preguntó El Diario.
“Muchas. Es lo que nosotros llamamos transportar un menor para involucrarlo en actividades sexuales ilegales. Es uno de los cargos aquí en P.R. que usamos muchas veces, la mayoría de las veces”, precisó.
“Hasta qué punto estos delincuentes incurren en actos de pornografía infantil o promueven la misma en medio de este esquema”, continuó indagando este periódico.
“Lo vemos de igual manera. Ellos usan estas imágenes y lo comparten en la red oscura (dark web), y vemos que las comparten a nivel mundial. Esto ya no es que lo comparto con amigos, hay redes dedicadas para compartir este tipo de información”, contestó.
La ley del silencio entre familiares y conocidos
Uno de los problemas mayores al momento de investigar estos casos es que las personas cercanas al menor, llámense familiares, vecinos o conocidos, a pesar de que sospechan que puede ser víctima de explotación sexual, no reportan el caso a las autoridades.
“Una de las preocupaciones mías más grandes es que cuando nuestro equipo va a la calle a hacer las investigaciones, cuando se hacen arrestos, y empezamos a entrevistar a los papás, los abuelos, la familia, vecinos, el que sea, maestros. Muchas de las veces, el mensaje es: ‘yo sabía que había algo raro ahí’, ‘yo vi este comportamiento’, ‘yo vi a este señor de 40 años siempre junto con niñas de 12, 13 años’. Y nosotros les preguntamos: ‘¿y por qué no lo reportaste?’. Y ellos nos dicen: ‘ah, porque no tenía la evidencia’. El mensaje que nosotros estamos llevando es que no necesitan la evidencia; ese es nuestro trabajo. Si ve algo sospechoso, que nos llamen, reporte para nosotros estos casos son una prioridad”, emplazó el director del FBI en Puerto Rico.
“Esto también tiene que ver con que es un tema tabú, que tienen miedo de hablar del tema, porque es sensitivo, y no quieren verse involucrados en este tipo de discusión….”, replicó El Diario.
“Exactamente, y muchas veces, las personas que están cometiendo estos delitos contra los niños son conocidos…es un familiar, es un entrenador, una persona religiosa, alguien que la familia tiene confianza y le deja los niños. A veces, ellos mismos se sienten culpables, no quiero decir de permitir esto, pero dejar que pasara. Es algo que no se habla, que no se discute, que sabemos que está pasando alrededor de Puerto Rico en todas las áreas”, añadió el experto.
Urgente la intervención del FBI en casos de explotación sexual infantil
González, quien inició en el 2003 sus labores en el FBI como agentes especial en Nueva York, explicó que, particularmente, en estos casos se requiere actuar con premura para evitar mayores secuelas en la víctima.
“Cuando llega una querella de este tipo de caso, nosotros tenemos que reaccionar en un periodo de 24 horas, y a veces no se puede ejecutar el arresto al momento, porque no hay la evidencia, pero podemos sacar al niño de ese ambiente, sea a través de la Policía, del Departamento de Familia, así que hay otras herramientas que estamos usando para proteger a nuestros niños”, abundó.
En ese sentido, el entrevistado destacó que parte de los esfuerzos de las autoridades federales están enfocados en el aspecto educativo.
“Un enfoque para nuestra oficina ha sido la educación, el alcance. Educando nuestros niños, visitando las escuelas, los campamentos, los programas extracurriculares, y, de igual manera, educando los maestros, consejeros escolares. Nosotros hacemos un trabajo excelente investigando, y si se están cometiendo estos delitos, los vamos a investigar y vamos a asegurarnos que estas personas vayan presas, pero el daño está hecho ya. Estos niños van a estar afectados por el resto de sus vidas. Para nosotros el enfoque ha sido llevando ese mensaje de educación, de prevención”, sostuvo.
Trabajo del FBI con otras agencias federales
La coordinación del FBI con otras entidades como la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional es clave para agilizar el procesamiento de estos casos, señaló González.
“Trabajamos mano a mano estos casos. Trabajamos entre HSI, el FBI y la Policía de Puerto Rico. Hay suficiente trabajo para todo el mundo. Hay una coordinación para saber que no estamos duplicando esfuerzos. Como sabemos, los niños son los más vulnerables que tenemos en nuestras comunidades. Esto es un delito en el que tenemos que enfocarnos y proteger los niños, y esa es la razón por la que cuando entra una de estas alegaciones, la tenemos que tratar con la mayor urgencia”, insistió.
Precisamente, a principios de este año, personal de HSI, adscrita al Departamento de Seguridad Nacional confirmó a El Nuevo Día que en el primer trimestre de este año fiscal federal (entre octubre y diciembre de 2023) se rescataron 11 víctimas.
“Ya se han rescatado 11 víctimas. Eso es un aumento de 35%”, declaró al rotativo el agente especial Alek Pacheco, director del Grupo de Trabajo de Crímenes contra Menores de Puerto Rico (PRCACTF).
Grupo de Trabajo de Crímenes contra Menores de Puerto Rico (PRCACTF)
El PRCACTF surgió en respuesta al incremento en casos de crímenes sexuales contra menores.
Agencias como el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y el Servicio de Alguaciles federal, así como agencias locales y estatales también forman parte de la iniciativa.
“A través de PRCACTF, agencias de ley federales, locales y estatales unen sus recursos para investigar de manera conjunta todos los crímenes contra menores en Puerto Rico. A los miembros del equipo de trabajo se les motiva a compartir evidencia, ideas y herramientas investigativas y forenses para asegurar los procesamientos más exitosos posibles. Por consiguiente, PRCACTF les permite a las autoridades hablar con una voz unificada para defender a los niños de Puerto Rico”, lee una entrada en la página web de la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito de Puerto Rico.
Lo anterior se complementa con la expansión en la isla de “Proyecto Salva tu Niñez” para incluir asuntos relacionados a crímenes de explotación sexual contra niños no cibernéticos como prostitución doméstica, entre otros.
Algunos de los casos recientes más sonados en Puerto Rico
Uno de los casos más recientes procesados por la Fiscalía Federal es el de la maestra de Mayagüez, Kiara Ramos Meléndez.
Ramos Meléndez, de 29 años, está acusada de explotar sexualmente a un menor de 14.
Reportes de medios locales esta semana apuntan a que las autoridades negocian con la defensa de la mujer un acuerdo de culpabilidad.
La información surge luego de que el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos para el Primer Circuito de Boston reafirmara el fallo del juez presidente del Tribunal federal en Puerto Rico, Raúl Arias Marxuach, de denegarle la libertad bajo fianza.
El pliego acusatorio contra la maestra fue emitido el 6 de marzo pasado.
El mismo señala que, entre noviembre de 2022 a octubre de 2023, la mujer, presuntamente, utilizó su teléfono celular y aplicaciones de mensajería instantánea para persuadir a un menor de entre 13 a 14 años a llevar a cabo actos de índole sexual.
La sospechosa, presuntamente, convenció al menor para que le enviara imágenes explícitas a través de WhatsApp.
Este caso ha llamado la atención pública, en parte, porque la abusadora procreó un hijo con la víctima.
Al momento de los hechos, Ramos Meléndez estaba casada.
Los fiscales federales también plantearon en corte que las familias de ambos consintieron la relación prohibida e incluso celebraron el nacimiento del bebé. Este argumento fue utilizado por el Gobierno para pedir que no se le concediera libertad bajo fianza.
Otro caso reciente trabajado por las autoridades federales es el de Lionel Albino Galindo, de 52 años. El hombre enfrenta varios cargos de explotación infantil, incluyendo pornografía infantil contra una menor de 13 años por hechos reportados entre febrero pasado hasta marzo 19.
Albino Galindo, un pastor protestante, presuntamente utilizó un teléfono móvil, así como servicios de mensajería instantánea de internet, para persuadir, provocar, incitar y forzar a la menor a tener actos sexuales con este. Los intercambios incluyeron producción de pornografía infantil.
Las autoridades indicaron además que Albino Galindo, residente en Vega Alta, trasladó en varias ocasiones a la víctima para involucrarla en actos sexuales y produjo imágenes representativas.
Adicional, Albino Galindo habría recibido pornografía infantil y material obsceno por parte de la víctima.
En otro caso federal que trascendió en abril, pero fue reportado en Aguadilla, el agente de la policía, Luis Javier Pérez Badillo, fue acusado de explotación infantil contra una menor de 12 años. Pérez Badillo, de 49 años, enfrenta cargos de posesión, producción y transporte de material pornográfico infantil.
Según la acusación, entre el 11 de octubre de 2023 y el 21 de febrero de 2024, Pérez Badillo utilizó un teléfono móvil para persuadir, inducir, incitar y obligar a una menor de 12 años a participar en actos sexuales, con el propósito de producir material visual pornográfico infantil.
La investigación comenzó el 21 de febrero.
El caso llegó a las autoridades a través de la pareja de Pérez Badillo, luego de que esta hallara fotos de su hija en el celular de este.
El descubrimiento se realizó después que el agente y su pareja se enfrentaran en un incidente de violencia de género en una estación de gasolina de Guaynabo.
El sospechoso también enfrenta cargos de violencia doméstica.
Pendientes a la sección de Puerto Rico en El Diario para la tercera parte de la entrevista al director del FBI en la isla, Joseph González