Tecnología, flexibilidad, planificación e inversión son los siguientes temas que las autoridades deberán abordar ante el crecimiento de proyectos de energía renovable, que ha expuesto la necesidad de fortalecer la red de transmisión, evaluar opciones para aprovechar la energía producida con base en recursos naturales y atraer más inversión para aumentar la matriz de generación.
Diario Libre conversó con Juan Rubiolo, vicepresidente ejecutivo y presidente de infraestructura de energía de la compañía multinacional de generación eléctrica AES, para conocer sus consideraciones sobre los avances del país en transición energética.
“La experiencia internacional nos ha demostrado que la escala y la velocidad de desarrollo tecnológico es mucho mayor de lo que pensamos.”Vicepresidente ejecuivo de AES
—¿Cuál es su valoración sobre la energía renovable en República Dominicana?
Donde estamos hoy es en una necesidad mucho mayor, porque el éxito de la penetración de renovables en Dominicana, la alta inversión en solar y en viento, está causando que cuando se va el sol, que se conoce como la curva de pato, se genere un vacío en la generación que debe reemplazarse para cubrir la demanda nocturna. Esa transición genera desbalance en los sistemas que a veces los desestabiliza o los pone más vulnerables. Una forma de solucionarlo es con energía convencional o baterías (…)
- República Dominicana se encuentra en esa fase, en la que está siendo víctima de su propio éxito, de alguna forma, de tanta penetración de renovables que requieren nuevas tecnologías para aportar a la flexibilidad que el sistema necesita para seguir confiable.
—¿Cómo evalúa los avances en la inclusión de almacenamiento?
República Dominicana fue uno de los primeros países que contó con baterías, operando en el proyecto de Andrés, Caucedo y Dominican Power Partners en Los Mina, donde tenemos dos sistemas de 10 megavatios funcionando desde hace más de cinco años. Dominicana, para poner en perspectiva, ya cuenta con baterías, y ha podido conocer la tecnología que muchos países son más celosos de implementar.
Hoy, estamos, el regulador, la Superintendencia, la comisión y todas las autoridades, trabajando en la regulación -para la instalación de baterías de almacenamiento– necesaria para atraer nuevas inversiones, y nosotros, desde el punto de vista de AES, estamos hablando con ellos desde el punto tecnológico, trayendo nuestra experiencia (…)
Estamos optimistas de que muy pronto vamos a tener las condiciones necesarias para invertir a escala grande, que es una tecnología que el sistema requiere.
—¿Cómo están los costos para instalación de paneles solares?
La experiencia internacional nos ha demostrado dos cosas: una que la escala y la velocidad de desarrollo tecnológico es mucho mayor de lo que pensamos, eso se traduce a menores costos. En términos generales, la energía renovable ha venido descendiendo de forma abrupta y muy rápido y creemos que la tendencia va seguir (…)
La economía básica dice que cuanto menos incentivos mejor (…) Yo creo que “energía renovable” es muy amplio el concepto; hay tecnologías que ya están en su equilibrio económico. Hay tecnologías dentro del marco renovables que sí van a necesitar incentivos; hay que ser prudentes para aplicar incentivos, como las baterías en República Dominicana.
En las baterías los costos han bajado un 70 % aproximadamente ya. En paneles solares las tecnologías han bajado en un 50 %; en los eólicos es que se han visto menos disminuciones. En general, la industria ha reducido por dos el costo original de instalación.
RD$868Millones de pesos tiene programado invertir AES en proyectos renovables en República Dominicana, desde el 2022 al 2027.
—¿Cuál es el futuro de las inversiones en el país?
Nosotros hemos venido invirtiendo consistentemente en los últimos tres años en materia renovable en Dominicana, en el mundo ni hablar, pero en Dominicana en particular hemos invertido más de 350 millones de dólares en renovable.
Tenemos un conjunto de proyectos que estamos construyendo de otros 500 megavatios, que son otros 500 millones de dólares y, sumado a los que ya tenemos invertido, son unos 2,500 millones de dólares.
La apuesta es redoblar lo que hemos hecho en los próximos cuatro años. Es el objetivo que tenemos en carpeta.
—¿Cuáles son los principales desafíos?
Una planificación más consciente, posicionados en el mercado que viene. Tendemos a planificar con las tecnologías que ya probamos en el pasado, y a futuro se van requerir nuevas como las baterías y otras que están en desarrollo.
Pero también se requiere un enfoque más flexible para planificar, porque vamos a tener que integrar mayor volumen de nuevos equipos. Los reguladores necesitan incorporar toda esa tecnología e incorporar lo que se está desarrollando para evitar desarrollar sistemas que terminen siendo obsoletos. No es un tema fácil para los reguladores.