Como si se tratara de una escena sacada, auténticamente, de una película de Hollywood de ciencia ficción, un satélite experimental que estuvo perdido en el espacio por más de 25 años ha sido redescubierto por investigadores espaciales.
Se trata del satélite llamado S73-7, el cual fue lanzado en 1974 como parte del Programa de Pruebas Espaciales de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. También conocido como “Infra-Red Calibration Balloon”, fue concebido con un propósito claro: servir como objetivo de calibración para equipos de detección remota. Sin embargo, su destino tomó un giro inesperado cuando un fallo durante el despliegue lo llevó a perderse en el cosmos, convirtiéndose en una más de las miles de piezas de basura espacial que orbitan alrededor de nuestro planeta.
El redescubrimiento del S73-7 fue posible gracias a los datos de seguimiento del 18º Escuadrón de Defensa Espacial de la Fuerza Espacial de EE.UU. Este hito, celebrado por la comunidad científica y espacial, representa un avance significativo en nuestra capacidad para comprender y monitorear el entorno espacial.
En una entrevista exclusiva con Gizmodo, Jonathan McDowell, astrofísico del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, compartió su perspectiva sobre este emocionante descubrimiento. McDowell reveló que el S73-7 había desaparecido del radar en 2 ocasiones anteriores, en los años 70 y 90. Explicó que la baja sección transversal de radar del satélite dificultaba su detección, lo que llevaba a especulaciones sobre si lo que se rastreaba era realmente el satélite o partes de su estructura que no se habían desplegado correctamente.
La identificación y seguimiento de los más de 20,000 objetos en órbita alrededor de la Tierra representan un desafío monumental para los científicos y técnicos espaciales. Este hallazgo resalta la importancia de mantener una vigilancia constante sobre nuestro entorno espacial, especialmente a medida que aumenta la cantidad de satélites y desechos orbitales lanzados al espacio.
McDowell también destacó los desafíos adicionales que enfrentan los equipos de seguimiento cuando se trata de recuperar objetos perdidos en el espacio. Las modificaciones en las maniobras previstas o las desviaciones orbitales del satélite pueden complicar aún más su localización, lo que requiere un esfuerzo adicional por parte de los ingenieros espaciales.
El redescubrimiento del S73-7 es un recordatorio de la importancia de mantener una vigilancia constante sobre nuestro entorno espacial. A medida que continúan las actividades de exploración y uso del espacio, es crucial mejorar nuestras capacidades de seguimiento y gestión de la basura espacial para garantizar la seguridad y sostenibilidad de las operaciones espaciales futuras.
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