República Dominicana, marzo de 2024. Datos recientes de la UNESCO revelan que solo el 32% de los investigadores científicos en América Latina son mujeres, y esta tendencia se refleja también en el ámbito empresarial, donde apenas el 18% de los cargos directivos en empresas STEM en la región son ocupados por mujeres. Estas cifras destacan la necesidad urgente de fomentar la participación equitativa de las mujeres en el sector tecnológico.
“La inclusión de las mujeres en el sector tecnológico es fundamental no solo por una cuestión de equidad, sino también por su impacto directo en la innovación y el progreso”, señala Martha Ardila, directora en Centroamérica y el Caribe de Red Hat. “La diversidad de género en equipos tecnológicos aporta una amplia gama de perspectivas y enfoques, lo que no solo mejora la creatividad, sino que también fortalece la capacidad de resolver problemas de manera efectiva”.
En República Dominicana en Tecnologías de la Información y la Comunicación, solo un 18 % de la matrícula corresponde a mujeres, mientras que, en Ingenierías y Arquitectura, existe un 39 %, aunque con mayor presencia concentrada en las carreras de arquitectura e ingeniería industrial según el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt), en su informe correspondiente a 2024. Aún queda un largo camino por recorrer para cerrar la brecha de género en este campo crucial.
El desarrollo y la retención del talento femenino en tecnología no solo benefician a las mujeres individualmente, sino que también fortalecen a las empresas y a la sociedad en su conjunto. Al proporcionar oportunidades equitativas y un entorno de trabajo inclusivo, las empresas pueden aprovechar al máximo el potencial de todo su talento, lo que conduce a una mayor innovación y competitividad en el mercado global.
“Por ejemplo, en Red Hat, estamos comprometidos con la promoción de la igualdad de género y la diversidad en el sector tecnológico. A través de programas como Women’s Leadership y Red Hat Academy, la compañía se esfuerza por fomentar el crecimiento profesional de las mujeres en tecnología y por crear un entorno donde todas las personas puedan prosperar, independientemente de su género”, señala Ardila, quien forma parte del Women in Tech en Colombia.
En Latinoamérica, Red Hat ya ha logrado alcanzar más del 20% de asociadas mujeres en su staff, siendo la región de NOLA una de las destacadas en este sentido, con varios cargos gerenciales. Red Hat fortalece programas como Women’s Leadership, una red mundial que incluye a mujeres de todas las áreas de la empresa.
“Es fundamental reconocer que la inclusión de mujeres en el sector tecnológico no solo es una cuestión de equidad, sino también una necesidad para impulsar la innovación y el progreso en la sociedad. La diversidad de género en equipos tecnológicos no solo aporta una variedad de perspectivas y enfoques, sino que también mejora la creatividad y la efectividad en la resolución de problemas” concluyó la directora en Centroamérica y el Caribe de Red Hat.