Santiago, RD.- Ante la petición del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que abogó por una protección de refugiados para los haitianos y no ser devueltos a Haití, debido a la situación del país caribeño; empresarios e historiadores en esta ciudad de Santiago no ven factible esa posibilidad y recomiendan a esta nación resolver estas problemáticas en su propio territorio.
“Somos un país soberano, libre e independiente. No tenemos que servir de refugio a menos que lo decida el país completo. La única forma es que ellos resuelvan su problema de gobernanza y gobernabilidad sin que ningún organismo los someta. Ellos son los que tienen que buscar una salida”, comentó el empresario Juan Ortiz.
En tanto que el director ejecutivo de la Asociación para el Desarrollo de Santiago (APEDI), Saúl Abreu, considera que, además de que sobrepasa las capacidades de República Dominicana, esta problemática debe resolverla la comunidad internacional, ya que la solución haitiana no puede ser “a costa” del futuro de los dominicanos.
“Lamento su situación trágica, pero encontramos esa propuesta fuera de posibilidad. Muchos desconocen el rol de este país al servir de soporte al pueblo haitiano, soy partidario de buscar otras alternativas. Debe encontrarse cualquier solución pero no a través nosotros”, apuntó Fernando Puig, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Comercio y Producción de Santiago.
Mientras que el presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, Juan Uribe, aseguró que esta problemática amenaza directamente a la paz, integridad y seguridad que vive República Dominicana, por lo que hace un llamado urgente a la comunidad internacional para que pasen de “las palabras a los hechos” y puedan contribuir con esta nación.
“La crisis de Haití ha devenido de manera brutal y ha tocado fondo, es una amenaza real, un desafío peligroso a la integridad, seguridad y la paz territorial. Es urgente de que las potencias pasen de las palabras, discursos y retórica a los hechos concretos, ante un pueblo masacrado por la violencia de las pandillas”, enfatizó Uribe.
Crece temor e incertidumbre
El fundador del Movimiento por los derechos humanos, la paz y la Justicia Global (Mondha), Wendy Osirus, expresó el temor que siente ante esta ola de violencia que viven muchos de sus compatriotas.
“Desde este país vivimos una incertidumbre permanente, ese es el sentir generalizado de la población haitiana. El problema es más grande que el liderazgo, es un problema interno y externo. Nos vemos en un laberinto sin salida”, explicó Osirus.
El ciudadano haitiano agradeció la protección recibida hacia los paisanos regularizados en República Dominicana y destacó que muchos prefieren ser deportados e ir presos que regresar a su nación de origen.
“Hay posibilidad a través de diálogos permanentes en busca de una solución a esa problemática. En vez de refugio, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) debe acompañar a los actores claves de Haití a sacar a los haitianos de la situación, no buscar campo de refugiados en RD”, agregó.
Solidaridad
Otros ciudadanos consultados difieren y entienden que la solidaridad debe ir por encima de la soberanía nacional.
“Al presidente Abinader yo le diría que tome cartas en el asunto, él tiene un hermoso corazón. Ellos son humanos como nosotros, hoy necesitan una mano amiga. Tantos niños, mujeres y hombres que no tienen la culpa, muchas personas buenas que necesitan de nuestro país”, opinó la dominicana Nidelvis Blanco.
Ningún cambio
Para el politólogo y catedrático Víctor Burgos, la llegada de 1000 policías de Kenia hacia Haití no resolvería la problemática actual.
“En otras ocasiones se han hecho soluciones similares y no se resuelve el tema. Ellos no quieren presencia foránea, si traen esa fuerza el problema seguirá porque estarán amenazados también, la sociedad internacional pudiera fracasar como en el pasado”, indicó el historiador.
Burgos contempla que lo ideal sería buscar ese liderazgo dentro de la nación y las bandas haitianas, para así construir y consensuar con el fin de darle solución desde dentro.