FVDigital, Santo Domingo.– El entramado empresarial vinculado a Eduardo Read Estrella, señalado en el contexto del caso SeNaSa, ha generado un amplio debate público debido a la compleja red de relaciones económicas, familiares y corporativas que rodean al llamado Grupo Read y su conexión directa con el poderoso Grupo Viamar. Los nuevos hallazgos han encendido alarmas sobre posibles esquemas de influencia, privatización de servicios esenciales y una relación privilegiada con el Estado durante los últimos años.
Eduardo Read Estrella, presidente de una de las empresas vinculadas a SeNaSa, está casado con Sarah Elisa Villanueva, ejecutiva de alto nivel tanto en esa compañía como en otras firmas del mismo conglomerado. La familia Read Estrella pertenece al linaje de los Read Herrera, tradicionalmente ligado al sector odontológico, pero que con el tiempo expandió su alcance hacia un vasto universo empresarial.
Entre las compañías asociadas al Grupo Read se encuentran:
• Clínica Dental
• Clínica Bucal
• Farmacard (medicamentos)
• Funeraria Blandino
• Laboratorio Clínico Read Estrella
• Sistemas de Gestión Dental Pro y Medi-Pro
• Súper Salud
• Visual Card – Punto Visual
• Promed Dominicana
• Clínica Oftalmológica
• Descuento Médicos
• Red Médica Dominicana
• Read Marine Group (yates)

Este amplio portafolio abarca prácticamente todo el ciclo de la salud: desde el diagnóstico y tratamiento, hasta la provisión de medicamentos, seguros complementarios e incluso servicios funerarios. Especialistas han catalogado este conglomerado como un modelo empresarial donde “las enfermedades son convertidas en mercancías”, generando preocupaciones sobre conflictos de interés cuando este tipo de empresas se articulan con sistemas públicos de salud.
Los cuestionamientos se han incrementado debido a los vínculos contractuales entre SeNaSa y compañías del Grupo Read. Críticos sostienen que se habría producido una privatización indebida de servicios sensibles, desviando recursos públicos hacia estructuras corporativas mediante contratos considerados onerosos y poco transparentes.
La rápida asociación público-privada que se formalizó en octubre de 2020, apenas semanas después de asumir el gobierno del presidente Luis Abinader, es uno de los puntos que más suspicacias ha despertado. Analistas subrayan que los supuestos beneficios empresariales durante cinco años coinciden con un período en que, alegadamente, no hubo supervisión efectiva ni reacción institucional frente a irregularidades.
**El vínculo familiar y empresarial entre el Grupo Read y el Grupo Viamar**
La estructura empresarial se complejiza aún más con la relación directa entre el Grupo Read y el Grupo Viamar, encabezado por Fernando Villanueva, uno de los principales empresarios del sector automotriz e importador oficial de marcas internacionales como Ford, Kia, Mazda, Lincoln, Forland, JAC y Geely, entre otras.
Fernando Villanueva es hermano de Sarah Elisa Villanueva, esposa de Eduardo Read Estrella, lo que consolida un bloque empresarial-familiar con fuerte influencia económica y presencia en sectores clave.
Viamar mantiene vínculos comerciales con:
• Ford Motor Company
• Ford Motor Institute
• Intras
• Líneas de baterías Motorcraft, Viamax y Solite
Esto convierte al grupo en uno de los consorcios más poderosos del país, con alta gravitación política y empresarial.
Diversos informes y voces públicas han señalado que los grupos Read y Viamar habrían estado entre las estructuras empresariales que financiaron las campañas presidenciales del PRM en 2020 y 2024, lo que hasta el momento no ha sido investigado por las autoridades competentes.
De confirmarse, estos aportes podrían explicar:
• La designación de Santiago Hazim como director de SeNaSa, dado su vínculo cercano tanto con el Grupo Read como con el presidente Abinader.
• La veloz formalización de la asociación público-privada con SeNaSa en 2020.
• La supuesta impunidad de cinco años, durante los cuales, según denuncias, no se frenaron los contratos, sobreprecios o desviaciones administrativas atribuidas a estas relaciones.
Analistas consideran que este patrón responde a una vieja práctica de sectores empresariales: invertir en campañas políticas para luego recuperar con creces lo aportado mediante contratos estatales, tráfico de influencias y alianzas estratégicas.
La posible participación del conglomerado de Eduardo Read Estrella en los contratos investigados en SeNaSa, sumada a las relaciones familiares con el Grupo Viamar y su presunta influencia político-empresarial, deja al descubierto un ecosistema de poder, negocios y salud pública que ahora está bajo el escrutinio nacional.
Lo que surja de las investigaciones podría revelar una estructura de corrupción, complicidades y captación del Estado que va más allá de un simple contrato, mostrando un modelo donde empresas privadas administran recursos públicos esenciales con poca supervisión y relaciones privilegiadas con el poder político.
Las autoridades y la sociedad dominicana observan con atención. El caso está lejos de cerrarse.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


