Los honores comenzaron con cientos de policías motorizados, escoltando el féretro del oficial Jonnathan Diller.
Más tarde, el sonido de las gaitas y los tambores creó un ambiente de tristeza y solemnidad presentando los honores y dando el último adiós a joven policía de 31 años asesinado, mientras la carroza fúnebre con su cuerpo ingresaba a la iglesia Santa Rosa de Lima en Long Island.
Allí, la esposa de Diller conmovió a todos con sus palabras:
“Siempre lo admiré por su honestidad y coraje, era mi confidente, pero nada se compara con su mejor rol; el de ser padre. Jonathan siempre quiso ser padre y fue el mejor de todos…Eramos felices”, dijo entre lágrimas.
Quienes también hablaron frente a familiares, amigos y compañeros uniformados, fueron el alcalde de la ciudad y el comisionado de policía de Nueva York, quien nombró a Diller con el cargo de Detective de Primer Grado.
“No hay mucho que pueda decir para alejar el dolor de los familiares y de todos nosotros. En estos días que uno reflexiona el sacrificio de Jesús y lo que significa dar la vida por los demás, eso hizo Jonathan Diller”, manifestó el alcalde Adams.
Edward Caban, comisionado del NYPD asegura:
“En nombre de todo el departamento de policía, les extiendo a ustedes nuestras más profundas y sinceras condolencias, no hay nada que nos prepare para momentos como estos.”
Afuera esperaban miles de policías, quienes desde temprano en la mañana, y poco a poco iban llegando con los uniformes que utilizan para ocasiones especiales, todos ellos llenos de tristeza, dolor y rabia al mismo tiempo…
Y es que aún no pueden aceptar cómo un criminal con un historial delictivo extenso podía estar en las calles de la ciudad armado, y abriendo fuego a quemarropa el lunes durante una intervención de tránsito en Far Rockaway.
Disparó contra el oficial Jonathan Diller, acabando con su vida, dejando huérfano a su pequeño hijo, y con un profundo dolor a su esposa.
La oficial Helen Martínez dice:
“Es muy trágico. Estamos todos muy tristes. Aunque no somos del mismo departamento. Todos somos uno y estamos aquí para todos. Unidos. Para eso estamos aquí todos. Para sentir y estar unidos por nuestro hermano.”
¿Usted me dice que deben cambiar las leyes porque esta es la persona que le disparó y mató al oficial, tenía un récord criminal extenso?
“Sí, desafortunadamente no ha pasado nada. Siguió en la calle y por eso pasó algo así. ¿Se me entiende?”
Los restos del detective descansan ya en un cementerio en la localidad de Farmingdale, en Long Island.
hispanos, quienes también nos dijeron cuán tristes están. Por la pérdida de uno de los suyos.
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