Friedrich Merz, el candidato de centroderecha a la cancillería en las elecciones legislativas de Alemania del 23 de febrero próximo, arremetió contra el CEO de Tesla, un día después de que Musk usara un artículo de opinión para describir al partido populista como la “última chispa de esperanza para este país”.
En el artículo publicado en alemán, Musk también elogió el enfoque de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) sobre la regulación, los impuestos y la desregulación del mercado.
“No recuerdo en la historia de las democracias occidentales un caso comparable de interferencia en la campaña electoral de un país amigo”, dijo Merz, líder del partido de centroderecha Unión Demócrata Cristiana (CDU).
“En efecto, Elon Musk intenta, con sus afirmaciones, influir en las elecciones al Bundestag”, acusó la Cámara Baja del Parlamento alemán, como constató la portavoz adjunta del Ejecutivo germano, Christiane Hoffmann.
La portavoz agregó que Musk es libre de expresar su opinión, que no necesariamente hay que compartir, y señaló que la libertad de opinión también se aplica a la red social X, propiedad del magnate.
Además, la responsable gubernamental recordó que las elecciones en Alemania las deciden los votantes cuando acuden a las urnas y que “son un asunto alemán”.
Hoffmann dijo no querer valorar qué pesa más en este caso, si la libertad de opinión o el intento de injerencia desde el exterior en las elecciones alemanas.
“La libertad de opinión es un bien valioso. Y aquí estamos viendo un intento de ejercer influencia. Que se consiga o no eso es otra cosa. Vemos un intento de ejercer influencia”, apuntó.
Al mismo tiempo, Hoffmann consideró necesario señalar una vez más que, en el caso de Musk, se trata de una recomendación de votar a favor de un partido objeto de vigilancia por la Oficina Federal para la Protección de la Constitución por sospecha de ser de extrema derecha y reconocida parcialmente como tal.
La Oficina Federal para la Protección de la Constitución en varios estados federados de Alemania considera a AfD un caso de extremismo de derechas, lo que hace posible que el partido sea objeto de una particular vigilancia de las autoridades.
Pese a la polémica, la portavoz señaló que el Gobierno germano considera que es adecuado continuar con la presencia en X para poder difundir lo más ampliamente posible las informaciones del Ejecutivo, a pesar de observar “con gran preocupación” lo que ocurre en esta red social, por lo que habló de un “acto de equilibrio” que se sopesa constantemente.
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