Me parece increíble que en pleno siglo XXI escuchemos expresiones, tales como: ¨mejor que no votara, no es del partido X o del candidato X¨. Esto solo me remonta a un extracto de la canción ¨Yo te Esperaba¨ de Alejandra Guzmán que le cantaba a mi hijo mientras lo tenía en el vientre ¨el mundo es como es y no puedo cambiártelo, pero siempre te seguiré para darte una mano¨.
La ignorancia es de valientes, diría mi gran maestro Manuel A. Torres. Si bien es cierto que no puedo alterar reglas, conductas, aprendizajes, tradiciones, también es cierto que, como profesional de la comunicación es crucial orientar, educar e informar.
El derecho al voto es uno de los pilares fundamentales de cualquier democracia. Es un deber cívico inherente a cada ciudadano. Esta acción trasciende la simple elección de un candidato o partido.
¡El voto es importante! Muestra un compromiso ciudadano con el sistema político y asegura que las decisiones tomadas reflejen la voluntad de la mayoría. Es una de las formas más directas en que los ciudadanos pueden influir en las políticas que afectan sus vidas diarias y contribuyen al bienestar colectivo.
¿Sabías que la apatía electoral puede ser interpretada como desinterés y puede traer situaciones de injusticia o corrupción?
Ese tipo de expresiones que citaba al principio no quiere que todas las voces sean escuchadas ni consideradas en la toma de decisiones y por supuesto representa sesgo, solo un grupo está decidiendo el rumbo del país.
Al mismo tiempo se necesitan crear estrategias desde todos los sectores debido a que hay una desconfianza de los procesos, de los candidatos que nos representan y de la manera de hacer política en latinoamericana que genera una alta abstención, especialmente en jóvenes y mujeres.
Es hora de tomar consciencia y reconocer que el voto permite a los electores premiar a quienes cumplen con sus promesas y castigar a aquellos que no lo hacen. Evidentemente promueve la responsabilidad y transparencia.
Desde las instituciones escolares, desde los hogares, necesitamos fomentar una cultura de participación y educación cívica desde temprana edad. ¡El voto tiene un impacto real y es parte crucial de la democracia!
En la República Dominicana se ha fortalecido el debate público, campañas de concienciación, programas educativos para motivar a la ciudadanía a votar; sin embargo, necesitamos ser constantes, no podemos esperar a que vengan los procesos electorales.
Votar es mucho más que una elección personal; es una responsabilidad cívica que cada ciudadano debe asumir con seriedad y compromiso. Al ejercer su derecho al voto, los ciudadanos no solo están eligiendo a sus representantes, también fortaleciendo la democracia y asegurando que sus voces sean escuchadas.
En vez de sugerir que no voten, es fundamental recordarles a todos los ciudadanos la importancia de su participación y el deber que tienen con su comunidad y su país. La democracia se construye día a día, voto a voto.