En nuestra búsqueda constante de formas innovadoras para reducir el consumo de energía en nuestros hogares, cualquier consejo que nos ayude a ahorrar es bienvenido. Uno de los electrodomésticos que más energía consume en nuestro día a día es la nevera. Por eso, cada pequeño gesto cuenta para reducir su consumo eléctrico.
El consumo eléctrico medio de una nevera o frigorífico
Antes de sumergirnos en la solución del papel higiénico, es importante tener en cuenta la cantidad de electricidad que una nevera consume promedio, que puede ser entre 100 y 800 kWh de electricidad al año, dependiendo de factores como su tamaño, antigüedad y eficiencia energética. Esta cifra puede representar una parte considerable de nuestras facturas de electricidad, especialmente en hogares donde la nevera está en uso constante.
Poner papel higiénico en la nevera: una solución inusual pero efectiva
Ahora pasemos a la solución inusual pero efectiva de poner papel higiénico en la nevera. Esta estrategia ha sido compartida por el influencer Jonathan Coni, conocido por sus consejos infalibles. La idea es colocar un rollo de papel higiénico en el interior para absorber el exceso de humedad y los malos olores. Al hacer esto, la nevera se activará con menos frecuencia, lo que se traduce en un menor consumo de electricidad. Además, el papel higiénico puede ser utilizado para envolver alimentos con olores fuertes, lo que ayuda a mantenerlo libre de olores desagradables. Cuando el papel higiénico esté demasiado húmedo, simplemente reemplázalo por uno nuevo. Es importante elegir un papel higiénico sin perfume para evitar la transferencia de olores no deseados a los alimentos.
Otras técnicas para reducir el consumo de la nevera
Además de utilizar papel higiénico, existen otras técnicas que puedes implementar para reducir aún más el consumo eléctrico de tu nevera. Una de ellas es calentar los sellos de goma con un secador de pelo. Con el tiempo, estos sellos pueden volverse rígidos, lo que puede provocar fugas de aire y un mayor consumo de energía. Al calentar los sellos con un secador de pelo, podrás ablandarlos y reformarlos, mejorando así su eficiencia.
Otra técnica efectiva es ajustar la temperatura interna a 4 °C o 5 °C y el congelador a -18 °C. De esta manera, evitarás que tu nevera trabaje más de lo necesario para mantener una temperatura óptima.
Consejos adicionales para un refrigerador eficiente
Además de las técnicas mencionadas anteriormente, existen otros consejos que puedes seguir para mejorar la eficiencia de tu nevera y reducir aún más el consumo de electricidad:
- Evita abrir la puerta de la nevera con frecuencia y no la dejes abierta por mucho tiempo. Cada vez que abres la puerta, entra calor y se produce condensación, lo que hace que tenga que trabajar más para volver a la temperatura adecuada.
- Asegúrate de que la nevera esté ubicado en un lugar bien ventilado y alejado de fuentes de calor como la estufa o el horno. Esto ayudará a que no tenga que esforzarse tanto para mantener una temperatura constante.
- Limpia regularmente las bobinas de refrigeración ubicadas en la parte posterior o debajo de la nevera. Las bobinas limpias permiten una mejor disipación del calor y evitan un mayor consumo de energía.
- Una nevera llena dificulta la circulación del aire frío, lo que puede hacer que tenga que trabajar más para mantener una temperatura constante.
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