El molondrón (Abelmoschus esculentus L.), también conocido como “dedo de dama”, es una verdura tropical rica en flavonoides (presentes en las semillas y la piel), cuya actividad antioxidante protege contra los radicales libres o especies químicas que dañan los tejidos y provocan diabetes, cáncer y enfermedades cardiovasculares (Liao et al. 2012; Pharmacognosy Magazine 8).

Este alimento, conocido en diversas partes del mundo con otros nombres, como quimbombó, quingombó, gombo, okra, dongo dongo o dedo de dama, es una excelente fuente de vitaminas A, C y del complejo B, así como de hierro y calcio.
El nutricionista Jimmy Barranco Ventura indicó que esta verdura es rica en antocianina y quercetina, otros antioxidantes que reducen el riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y obesidad, y controlan la cantidad de grasa (colesterol y triglicéridos) en sangre (Fekadu H y col. Intern J Nutr Food Sci, 2015).
Sus propiedades antidiabéticas se deben a que sus fibras modulan la digestión y absorción de los hidratos de carbono (carbohidratos) de la dieta; y además, mejoran la sensibilidad de los tejidos a la insulina (hormona del páncreas), favoreciendo la entrada de los azúcares a las células y su posterior metabolismo.
Cómo elegirlos
A la hora de comprar sus molondrones, trate de elegir aquellos que estén más verdes, y que al doblar la punta ésta se rompa con un crujido. A esos es a los que podrá sacarle mayor provecho.
Formas de prepararlo
Los molondrones no tienen que ser “babosos” por obligación. Para eliminar esta consistencia no deseada, usted puede seguir consejos populares como sumergirlos en jugo de limón o vinagre luego de lavarlos, o añadir uno de estos ingredientes durante la cocción.

