El ‘poder duro’ de Estados Unidos en ALC

0
239


Otro reto para América Latina y el Caribe (ACL).

La presidencia de Estados Unidos anunció el envío de tropas militares, aéreas, marítimas y terrestres, por toda la región para combatir a los carteles del narcotráfico y, de paso, reforzar su poder en la zona. Poquísimos días después, las agencias de prensa daban cuenta de una filtración que anunciaba el comienzo del despliegue de cuatro mil militares acompañados de aviones, barcos, lanzamisiles y hasta un barco de guerra y un submarino nuclear.

Hasta donde se conoce, los países del área no han sido oficialmente informados de esta intrépida iniciativa de Estados Unidos de Norteamérica, en los hechos un florecimiento de la doctrina “América para los americanos”. Tampoco se conoce que la ONU y la OEA estén informadas.

Puede leer: La Restauración

Recordemos que poco después de asumir este segundo mandato como presidente de Estados Unidos, Donald Trump ofreció a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ayuda militar para combatir a los barones de los sangrientos carteles mexicanos. Con su característica cortesía, la mandataria desestimó la peligrosa oferta.

La actual administración considera que está en su derecho de combatir todo aquello que constituya un peligro para su seguridad, y en este renglón están registrados los carteles del narcotráfico y sus jefotes, así como todos los que, dentro de las redes de estos grupos, se dediquen a trasladar, almacenar, vender drogas y lavar el dinero. Sobre todo las drogas que llegan a los Estados Unidos, su principal mercado.

Te podría interesar:

Algunos autores norteamericanos estiman que Trump y su gabinete se amparan en la llamada doctrina de la “legítima defensa anticipada”, que puede apoyarse en iniciativas u operaciones militares preventivas.

El tema es peligroso, muy peligroso para los países de América Latina y el Caribe, porque pronto podríamos encontrarnos con que nuestros mares y hasta nuestros legítimos espacios aéreos podrían estar surcados por fuerzas estadounidenses. O, lo que sería peor, que estarían bombardeándolas detrás de embarcaciones del narco.

No se descarta, tampoco, que todo este despliegue responda a una táctica de disuasión.

Veamos este nuevo panorama con mucha atención, sin renuncias a nuestra soberanía nacional y sin actitudes pragmáticas y complacientes.



Source link