El Partido Demócrata de Estados Unidos elige como nuevo líder a Ken Martin

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El Partido Demócrata de Estados Unidos eligió este sábado como nuevo líder a Ken Martin, presidente de la formación en el estado de Minesota desde hace más de una década y que será el encargado de la renovación tras la derrota electoral de Kamala Harris.

Martin, de 51 años, fue elegido presidente del Comité Nacional Demócrata (DNC, en inglés), el secretariado del partido, al obtener el apoyo de 246 de sus 448 miembros, que le dieron la mayoría simple necesaria para ganar en la primera ronda de votación pese a una campaña de bajo perfil.

El político, que ya era vicepresidente del DNC y partía como favorito, superó con claridad a rivales como Ben Wikler, presidente del DNC en Wisconsin desde 2019, y Martin O’Malley, exgobernador de Maryland y aspirante presidencial demócrata en 2016.

Tras su victoria, Martin abogó por unificar a los demócratas “contra Donald Trump y los multimillonarios que han comprado este país”, según la retransmisión por internet del evento, celebrado en Maryland.



El exsenador Bob Menéndez, demócrata por Nueva Jersey, habla con los periodistas tras abandonar el tribunal federal de Manhattan después de su sentencia por soborno, el miércoles 29 de enero de 2025, en Nueva York.

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“Nos dieron un golpe en la boca en noviembre, no hay otra manera de decirlo. Me presento a presidente del DNC porque es hora de levantarse”, dijo previamente, reivindicando que el partido debe recuperar la confianza de los estadounidenses, independiente de su inclinación política.

Martin lleva desde 2011 a la cabeza del Partido Demócrata-Agrario-Laborista de Minessota, afiliado a nivel nacional con el Partido Demócrata.

Antes del voto de hoy se emitieron mensajes pregrabados del expresidente Joe Biden, quien advirtió sobre la “oligarquía que se está formando en EEUU”, y la excandidata presidencial y exvicepresidenta Harris, que reconoció que hay “un trabajo duro por delante”.

A la nueva directiva demócrata le espera un duro trabajo, ya que debe reconstruir su imagen a la vez que lidia con el nuevo mandato de Trump y el dominio republicano de la Cámara de Representantes y del Senado.



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