El ministro de Cultura de Italia, Gennaro Sangiuliano, presentó este viernes su “dimisión irrevocable” tras días de polémica por el caso de la influencer Maria Rosaria Boccia con la que mantuvo una relación afectiva y que alega que desempeñó tareas de asesora, en una controversia que ha salpicado el Gobierno de Giorgia Meloni.
Según ha avanzado el diario La Reppublica, en una carta enviada a Meloni, el ya exministro agradece la confianza a la primera ministra por haberle defendido y reitera que no hay vuelta a atrás en su decisión. “Mi honor está en juego y considero importante poder actuar para demostrar mi absoluta transparencia y corrección, sin involucrar al Gobierno”, ha apuntado en la misiva. “Después de muchas reflexiones, en días dolorosos y llenos de odio hacia mí por parte de cierto sistema de medios de comunicación, he decidido dimitir irrevocablemente”, agrega.
El jefe de Estado italiano, el presidente Sergio Mattarella, ha aceptado la dimisión de Sangiuliano y ha recibido este viernes por la tarde en una reunión a Meloni, que propuso como reemplazo para la cartera de Cultura a Alessandro Giuli, conocido en Italia por su carrera periodística y como personaje televisivo, y que tomará posesión e su cargo a las 19.00 horas.
Sangiuliano, por su parte, pidió hace unos días perdón en la televisión pública a su esposa y a la primera ministra tras revelar, entre lágrimas, su aventura amorosa con la influencer. En su intervención también anunció su intención de llevar el caso ante la Justicia. Precisamente este viernes, el ministro ha tenido una reunión con sus abogados para evaluar la presentación de una declaración ante la Fiscalía.
En este sentido, el exministro ha reconocido en su carta que es consciente de haberse ganados enemistades con algunas de sus políticas como haber optado por revisar el sistema de aportaciones al cine, buscando más eficiencia y menos despilfarro. El ya exministro ha avisado de que llegará “al fondo del asunto para verificar si diferentes intereses contribuyeron” y tomará “medidas contra quienes hayan publicado noticias falsas en los últimos días”.
“Necesito tranquilidad personal, estar al lado de mi esposa a la que amo, pero sobre todo tener las manos libres para actuar en todas las instancias legales contra quien me causó este daño, empezando por una inminente denuncia ante el Ministerio Público que pretendo presentar”, ha escrito. “Este trabajo no puede verse manchado y sobre todo frenado por cuestiones de chismes. Las instituciones tienen un valor demasiado alto y no deben someterse a las razones de los individuos”, ha agregado.
Meloni, por su parte, ha agradecido sinceramente a Sangiuliano su trabajo “extraordinario” y ha destacado que se trata de un “hombre honesto” que ha permitido al Gobierno italiano “alcanzar resultados importantes en la reactivación y valorización del gran patrimonio cultural italiano, incluso fuera de las fronteras nacionales”. “Las acciones para relanzar la cultura nacional continuarán”, ha puntualizado en un mensaje difundido a través de la red social X.
“Comportamientos sexistas”
La oposición, que pedía que Meloni compareciera en el Parlamento por la polémica con el miembro de su Gobierno, denunció “un duro golpe a las instituciones” tras la “vergonzosa entrevista” a Sangiuliano emitida en el informativo de máxima audiencia de la RAI, mientras la coalición gubernamental liderada consideró “ampliamente aclarado” el asunto.
“He presentado mi dimisión a la primera ministra, pero la rechazó“, reveló el ministro también en la mencionada entrevista tras más de una semana en el ojo del huracán en la que Boccia publicó audios, mensajes y billetes de avión enviados por el ministerio.
La influencer, de 42 años, ha acusado este viernes a Meloni de “comportamientos sexistas” por defender al miembro de su gabinete y ha insinuado que tiene conversaciones privadas de políticos de su Gobierno. “Me pregunto por qué me tratan con arrogancia, me señalan sin nombre ni apellido. Siempre hay que denunciar los comportamientos sexistas, como también hizo ella (Meloni) a través de las redes sociales, porque una mujer debe proteger su dignidad independientemente del rol que desempeñe”, dice Boccia en La Stampa en su primera entrevista desde que estalló el escándalo.
Boccia alega que fue nombrada asesora para grandes eventos, mientras el ministro reconoce que pensó en hacerlo, pero que finalmente lo descartó por un “conflicto de intereses”, lo que llevó a la influencer a publicar sus supuestas pruebas en internet. Sangiuliano “me ha asegurado que esta persona no tuvo acceso a ningún documento confidencial” y que “no se gastó ni un solo euro de dinero italiano y público”, dijo el lunes Meloni en una entrevista televisiva.
Boccia, que aludía al anuncio de ruptura de Meloni con su expareja en las redes sociales, sugiere que fue ella la que paralizó su posible nombramiento como asesora del ministro Gennaro Sangiuliano, el origen de lo que la oposición califica de “vergonzoso culebrón”. “He escuchado conversaciones y leído mensajes de personas que, en mi opinión, han chantajeado al ministro”, ha dicho la influencer, que preguntada sobre si tiene más grabaciones de las que ya ha publicado en internet que impliquen a otros políticos, ministros o a Meloni responde: “Yo estaba en estrecho contacto con el ministro. Así que escuché llamadas telefónicas y leí mensajes”.