Comprar fresas frescas y transportarlas con cuidado es fundamental para prolongar su duración. Al llegar a casa, es importante revisarlas y desechar aquellas que tengan signos de podredumbre. Para alargar su frescura, se recomienda sumergirlas en agua caliente a 65 ºC durante dos segundos y luego meterlas en un bol de agua con hielo. Posteriormente, se secan bien con papel absorbente. Este proceso permite eliminar microorganismos sin cocer la fruta. (Fuente…)
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