En el Golfo de México se encuentra un lago o piscina natural que tiene una particularidad: todo ser vivo que entra en él es incapaz de sobrevivir y muere.
Fue descubierto en 2014 y bautizado con el nombre de ‘el Jacuzzi de la Muerte’. El estanque de 30 metros de ancho contiene una mezcla tóxica de agua ultra salada, metano y sulfuro de hidrógeno a la que sólo un puñado de bacterias pueden sobrevivir.
Cuando se descubrió, los investigadores descubrieron que las orillas estaban llenas de cadáveres preservados de criaturas que habían intentado nadar en las cálidas aguas.
Este peculiar sitio fue descubierto por el Ocean Exploration Trust como parte de una investigación sobre “filtraciones frías” en las profundidades del Golfo de México.
Se trata de regiones donde los hidrocarburos densos, base del petróleo y la gasolina, son expulsados desde debajo del fondo marino hacia la columna de agua.
Las filtraciones de agua fría se forman sobre vastas capas de sal que se crearon cuando los océanos antiguos se evaporaron. A medida que estas capas de sal se desplazan y se agrietan, los huecos resultantes permiten que escapen compuestos que normalmente están atrapados bajo tierra.
A veces, cuando se forman estas grietas, el agua profunda en las capas de sedimentos disuelve enormes cantidades de sal para formar una salmuera cuatro veces más salada que el agua de mar.
Como esta salmuera es tan densa, se asienta en el fondo del océano y no puede mezclarse fácilmente con el agua salada que la rodea. En los lugares donde el agua salada brota del suelo, se pueden formar ‘piscinas de salmuera’, extraños lagos y estanques submarinos como el Jacuzzi de la Muerte.
El agua salada del interior es mucho más caliente que la del área circundante, alcanzando los 19 °C, y es mortal para cualquier criatura grande que entre, lo que le da a la piscina su apodo siniestro.
Lo curioso es que los científicos escubrieron que contenía una capa de salmuera de 3,7 m de profundidad encima de un estanque sin fondo de lodo licuado: incluso después de extender una línea de muestreo más de 19 metros dentro de la piscina, los investigadores nunca pudieron encontrar el fondo.