Por Carños Brugal Lugo
En los últimos 20 años si bien es cierto que la »Democracia» ha trazado un trayecto progresista con el avance de la tecnología, la participación ciudadana en las sociedades del mundo y con el crecimiento de la inclusión de los ciudadanos y de los actores políticos en los procesos de transparencia y de comunicación colectiva a través de los estamentos centrales, que son los Estados de los países, los avances abstractos y de carácter intangible se han visto sumamente limitados, realmente ¿Se han completado los programas de gobiernos? ¿Están los mismos alineados con un plan de estrategia nacional de largo plazo? pues por lo que se ve en los últimos tiempos, el sistema democrático mundial ha ido girando sobre los intereses personales de los actores políticos y de la colectividad partidaria, buscando obtener fuerzas con las relaciones exteriores, para obtener ventajas económicas y geopolíticas descuidando así los problemas fundamentales a lo interno de sus países.
En la lucha política actual acompañada del fenómeno social de la post-modernidad cuando miramos los factores y/o elementos de porque las razones de cambio de administración pública siguen siendo los mismas, en los temas gobernanza donde convergen la trilogía Gobierno, Estado y Sociedad; se puede visualizar que las demandas siempre son las mismas a las que les atañe a la »Buena Gobernanza» como son la estabilidad económica, la transparencia pública y ética gubernamental, la inversión pública de calidad, la educación, la salud, el transporte, como también el fortalecimiento de la seguridad pública y jurídica. Estos elementos que llaman a la responsabilidad interna de la Administración Pública, son los que están llamados a atender de manera permanente para la mejora y las soluciones a las problemáticas que demanda la sociedad y que se gestionan a través del Estado, en una »Democracia Pura» de un Estado de Derecho.
Es momento de que los gobiernos empiecen un proceso de renovación ontológica correcta para producir los cambios de fortalecimiento de la democracia moderna, pluralista y descentralizada atendiendo al llamado de sus pueblos, con la concepción de que la buena gobernanza es el mecanismo idóneo para del avance de los pueblos en los asuntos públicos y que fortalece la capacidad de negociación en el sistema globalizado de la geopolítica, la geoeconómica y el fortalecimiento de las relaciones internacionales desde el punto de vista de nación y no sobre la base de la imagen pública internacional de los actores políticos, que en muchos casos buscan beneficios personales y partidarios sobre la coyuntura del momento.
La mejor manera de mejorar el »Debilitamiento de la Gobernanza» sobre la imagen política de los actores ante la geopolítica internacional, es con más democracia y acción en la cosa pública, mediante el cumplimiento de la Ley, atendiendo plenamente a los planes de gobierno y planes estratégicos, con la mayor transparencia pública y la supervisión permanente de los estamentos de los estados y con la promoción de la cultura participativa de la sociedad con el estado como parte de la democracia, la practica de la buena gobernanza, con la inclusión permanente de la sociedad, para el desarrollo de la democracia de las naciones.