El adolescente Colt Gray ha sido acusado este viernes en una corte de Georgia (EEUU) de cuatro cargos de asesinato tras el tiroteo del miércoles pasado en el que murieron dos alumnos y dos profesores de un instituto de secundaria en Winder. En la misma línea, Colin Gray, el padre del adolescente, también ha sido acusado de cuatro cargos de homicidio involuntario, dos cargos de asesinato en segundo grado y ocho cargos de crueldad hacia niños por presuntamente permitir el acceso del joven al arma.
En un breve audiencia, el juez Currie Mingledorff ha señalado ante la presencia del menor que, en un principio, podía enfrentarse a pena de muerte o cadena perpetua, pero después decidió corregir sus palabras: al ser menor de 18 años no se enfrentará a la pena capital.
Colt Gray mató a dos estudiantes y dos profesores y dejó heridas a otras nueve personas. Solo uno de los cuatro cargos de asesinato basta para que pueda ser condenado a cadena perpetua, ha explicado el juez durante la vista de este viernes, en la que el acusado no se ha declarado inocente ni culpable.
Gray, que ya previamente había lanzado en Internet amenazas de posibles tiroteos en centros educativos y disponía de un arma semiautomática, evitará en cualquier caso la pena capital porque en el momento de cometerse los hechos era menor de edad, pese a que la ley de Georgia sí permite que vaya a ser tratado como un adulto durante todo el proceso.
Por su parte, Colin Gray, el padre del adolescente también ha sido acusado este viernes de cuatro cargos de homicidio involuntario, dos cargos de asesinato en segundo grado y ocho cargos de crueldad hacia niños por presuntamente permitir el acceso del joven al arma. El magistrado ha aseverado que de ser hallado culpable, Gray, de 54 años, se enfrenta a un total de 180 años de cárcel.