SANTO DOMINGO.-El año 2024 estuvo marcado por una serie de tragedias relacionadas con muertes violentas o inesperadas, tanto premeditadas como accidentales. Fallecimientos originados por accidentes de tránsito, incendios provocados por fuegos artificiales, intoxicaciones por el uso de productos químicos, delincuencia, entre otros.
Los 12 meses que compusieron el 2024 a lo largo de los 365 días, se presentaron eventos desgarradores que sacudieron al país, arrancando vidas, destruyendo familias y dejando un vacío irreparable en algunas comunidades.
Iniciamos con enero, donde una fumigación se convirtió en letal en exclusivo sector de Piantini, cuando el domingo 21, Adelle Ruiz León y su bebé de dos meses, quien fallecieron en su apartamento tras una fumigación con un químico utilizado para exterminar plagas. Su esposo y su otro hijo lucharon por sobrevivir. El responsable fue el francés Georges Antoine, quien enfrenta actualmente enfrenta medida de coerción de impedimento de salida y presentación periódica evento que dejó visible la negligencia del uso de químicos en lugares residenciales.
Continuamos con febrero, y nos trasladamos a la Cárcel de La Vitoria, donde el jueves 1 se presentó una masacre , en la que 11 internos murieron y 15 resultaron heridos tras un supuesto enfrentamiento entre los reos. Un espacio hacinado donde reina la corrupción, que dejo a varias escenas de dolor de las familias de las víctimas, mientras las autoridades prometían investigaciones que hasta el momento no han quedado claras.
Vamos ahora al mes de marzo, donde el domingo 10, lo que iba a ser un evento cargado de alegría y colores característicos del carnaval de Salcedo, quedó bajo las llamas, cuando un incendio arrasó con la vida de diez niños, dejo 11 personas gravemente heridas. Entre las víctimas, cuyas edades oscilaban entre los 5 y los 16 años, tragedia que dejó un duelo nacional.
Seguimos con abril, mes que la Policía Nacional, contabilizó en los primeros 26 días, unos 90 homicidios de estos, el 40 % correspondió a conflictos entre ciudadanos, el 24.4 % a delincuencia, el 21.1 % por acción legal, mientras que el 14.4 % lo dejaron en investigaciones.
Pasamos al mes de agosto, donde en las costas de Río San Juan, fueron encontrados los restos de 14 personas a bordo de una embarcación. Los fallecidos, provenientes de Senegal y Mauritania, buscaban un futuro mejor, pero encontraron la muerte en el mar.
El 14 de agosto , una mujer de 25 años, se lanzó desde un edificio de cuatro pisos, llevando consigo a su hija de cinco años muriendo ambas en el acto que conmociono el país.
Un día después, una militar médico del Ejército, decapitó a su hija de seis años, supuestamente siguiendo un llamado de Dios.
Concluimos agosto en el Sur del país, donde la madrugada del sábado 31 de agosto , unas fiestas patronales y la imprudencia de varios ciudadanos tomando alcohol en la carretera termino en tragedia en la provincia de Azua, cuando un camión cargado de aguacates arrolló a varias personas dejando a su paso siete muertos y más de 40 heridos .
Diciembre: violencia despiadada en Pedro Brand
Cerrando el año, Ana Karina Ramos Corniel fue víctima de un brutal ataque en Pedro Brand. Eduardo Guerra, un vigilante privado, la drogó, violó y torturó, dejándola abandonada en una cañada creyéndola muerta. La joven sobrevivió y su relato destapó la brutalidad del crimen.
Concluimos diciembre contabilizando distintos asesinatos de policías y militares a manos de desaprensivos. Además de una trágica explosión, en la que varias personas resultaron heridas a raíz de un tanque de gas estallara en Sosúa, provincia Puerto Plata, afectando edificios cercanos y provocó la caída de la edificación donde se produjo la misma, dejando hasta el momento una persona muerta.
La explosión que afectó un edificio en el que operaba una oficina de abogados y una vivienda en el sector Villas Ana María, en el municipio de Sosua en Puerto Plata.
El 2024 será de dolor y temor a muertes violentas donde accidentes fatales y hechos de violencia extrema , dejaron historias desgarradoras de quienes perdieron la vida y de aquellos que sobrevivieron al horror reflejando una realidad que no puede ser ignorada: la urgente necesidad de una yuda estructural y una información enfrentar el dolor.
Para muchas personas, 2024 se convirtió en un año en el que el sufrimiento se hizo presente.