Kamala Harris y Donald Trump se midieron en el primer debate de campaña presidencial en el que vicepresidenta y expresidente han podido intercambiar golpes. Un debate tenso y marcado por las constantes descalificaciones entre la candidata demócrata y el exmandatario republicano, así como por sus choques frontales en temas como el derecho al aborto, la inmigración, los problemas de la clase media estadounidense o el papel de Estados Unidos en el mundo.
Ambos candidatos dejaron evidente dos visiones y modelos totalmente opuestos para convencer a los votantes el próximo 5 de noviembre y alcanzar el Despacho Oval de la Casa Blanca. Sin embargo, y más si cabe en una política tan marcada por el espectáculo y el simbolismo como la estadounidense, los debates suelen tener un ganador: un candidato más claro en sus ideas, con menos errores y que no pierde (o lo hace en menor medida) la compostura frente a su rival.
En el caso del debate del pasado martes, la mayoría de los medios estadounidenses parecen designar a un claro ganador: la vicepresidenta Kamala Harris.
Una Harris ‘tranquila’ triunfa en las encuestas post-debate frente a un Trump ‘ a la defensiva’
En una encuesta realizada por CNN a votantes registrados que vieron el debate íntegramente, el 63% aseguró que Kamala Harris tuvo un mejor desempeño, frente a un 37% que afirma que Donald Trump ganó el encuentro, en un sondeo en el que la propia cadena afirma que los encuestados tenían “6 puntos más de probabilidades de estar alineados con los republicanos que con los demócratas”.
La estrategia de Harris estuvo clara desde el principio y había sido un tema central en la polémica de los ‘micros apagados’: se esperaba que la vicepresidenta saliera con todo contra Donald Trump para descolocar y ‘sacar de sus casillas’ al expresidente en busca de un comentario desafortunado, y no decepcionó.
Los analistas han destacado que Trump ‘cayó en la trampa’ de Harris en reiteradas ocasiones: respondió de forma airada y en voz alta a las descalificaciones, respondiendo a la defensiva y con más descalificaciones frente a una Harris calmada y sin levantar la voz.
Los expertos señalan que Harris ‘controló’ el debate y ‘acorraló’ a Trump en sus argumentos más impopulares
Si tentar a Trump a perder los papeles era la primera parte del plan de Harris, el segundo profundizó en esa idea para ‘controlar’ el debate: los expertos destacan que la vicepresidenta logró conducir el debate para incidir en determinados temas y lograr que Trump se replegará y defendiera sus argumentos y posiciones más impopulares, que el expresidente defendió a capa y espada sin rebatir argumentos o enfocar sus propias líneas de ataque, según recoge el The New York Times.
“Ella estaba exquisitamente bien preparada, puso trampas y él persiguió a cada conejo por cada agujero en lugar de hablar de las cosas de las que debería haber estado hablando. Esa es la diferencia entre alguien que está bien preparado y alguien que no lo está“, destacó el exgobernador republicano Chris Christie en declaraciones a la cadena ABC.
