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El alcalde Eric Adams realizó el martes su más exhaustiva defensa pública hasta la fecha desde su acusación por cargos federales de soborno, insistiendo en que el caso era una “prueba” que no lo distraería de gobernar mientras esquivaba preguntas específicas sobre la investigación durante más de una hora.
Sin embargo, incluso cuando el alcalde comenzó a dirigirse a los periodistas solo debajo de la rotonda de la alcaldía, un testigo potencial en una de las extensas investigaciones estaba terminando su propia conferencia de prensa a unos pasos de distancia, quejándose de que había sido víctima de una “extorsión” corrupta.
La ajetreada mañana en la alcaldía reflejó el tumulto cada vez más profundo que se ha apoderado de la administración del demócrata en las últimas semanas, lo que planteó preguntas sobre si Adams puede seguir administrando la ciudad más grande del país mientras se desplaza entre comparecencias judiciales y lidia con un éxodo de los principales asistentes.
Cuando subió al podio, un sonriente Adams comenzó sus comentarios con una broma favorita: “Esto va en mi libro”.
Pero si bien buscaba transmitir su estilo característico, el alcalde también parecía evasivo y aislado. Adams suele entrar a sus sesiones informativas de los martes acompañado de música triunfal y una falange de ayudantes, incluido su asesor legal principal. Pero su abogado principal renunció recientemente. El lunes por la noche, uno de sus asesores más cercanos también renunció. Otro recibió una citación federal el viernes.
Esta vez estaba solo. Si bien Adams habló extensamente con los periodistas, se negó a responder preguntas sobre las leyes que se le acusa de violar, si su autorización de seguridad ha sido degradada como resultado del caso penal y si realmente cree, como ha sugerido repetidamente, que la investigación tiene motivaciones políticas.
En cambio, el alcalde se presentó como un ejecutivo experimentado en batalla, confiado en su capacidad para superar los “obstáculos”.
“A medida que se desarrolle el caso, algunas personas dirán: ‘¿Sabes qué? Nos hemos adelantado a Eric Adams'”, dijo. “Esta es una prueba para la gente que automáticamente viene con el corazón de una manera. La información seguirá demostrando que no violo las leyes”.
Los fiscales federales han acusado a Adams de solicitar y aceptar contribuciones ilegales de campaña y más de 100.000 dólares en beneficios de viajes de lujo de funcionarios turcos y otros ciudadanos extranjeros que buscaban comprar su influencia.
A cambio, dicen que realizó favores oficiales que beneficiaron a Turquía, incluyendo impulsar la apertura de un edificio del consulado en Manhattan a pesar de las objeciones de los funcionarios de seguridad contra incendios que dijeron que no era seguro ocuparlo.
Los cargos contra Adams surgen mientras los investigadores federales llevan a cabo múltiples investigaciones vinculadas a varios altos funcionarios de su administración, incluido el hermano de su ex comisionado de policía; una empresa de consultoría dirigida por otro hermano de su canciller de escuelas y vicealcalde de seguridad pública; y uno de sus principales asesores y confidentes más cercanos, Tim Pearson.
Pearson renunció el lunes por la noche, semanas después de que el comisionado de policía, Edward Caban, y el canciller de escuelas, David Banks, anunciaran que renunciarían. Todos negaron haber cometido algún delito.
A las afueras de la alcaldía, el dueño de un bar de jugos y un local nocturno de Brooklyn, Shamel Kelly, ofreció su propia conferencia de prensa, diciendo que había sido víctima de un plan corrupto que involucraba a un asistente del alcalde y al departamento de policía.
Kelly, que buscaba ayuda con una serie de quejas por ruido, dijo que un empleado de la alcaldía lo conectó con el dueño de un negocio de seguridad nocturna, quien le dijo que podía hacer que las quejas desaparecieran por un precio. Kelly dijo que más tarde se enteró de que la empresa de seguridad estaba dirigida por James Caban, el hermano gemelo del excomisionado de policía.
“Sentí que me estaban extorsionando”, dijo Kelly a los periodistas. Presentó un video que mostraba a docenas de oficiales justo afuera de la puerta de su negocio en Coney Island para una de las supuestas quejas por ruido, que los abogados de Kelly dijeron que habían sido proporcionadas a los fiscales federales.
Un abogado de James Caban, Sean Hecker, dijo que su cliente “niega inequívocamente cualquier irregularidad”.
Adams dijo que no estaba al tanto de las acusaciones, que se informaron por primera vez hace semanas, pero que “nadie debería tratar injustamente a un dueño de negocio de ninguna manera”.
Rodeado de carteles que detallaban sus logros políticos, Adams luego hizo un recuento de su propia experiencia de adversidad, invocando su problemática infancia en la clase trabajadora de Queens y sus luchas con la dislexia y la diabetes que casi lo dejaron ciego.
“He estado lidiando con momentos difíciles durante toda mi vida, y a pesar de todos esos momentos difíciles, me llaman el alcalde de la ciudad de Nueva York”, dijo.
Más tarde en la noche, Adams se unió a un grupo de líderes del clero negro para un círculo de oración fuera del Ayuntamiento, acompañado por su principal asesora, Ingrid Lewis-Martin, cuya casa también fue registrada por los investigadores el viernes.
“No te rindes durante los tiempos difíciles, das un paso adelante durante los tiempos difíciles”, dijo Adams, mientras sus aliados coreaban “cuatro años más” y colmaban al alcalde de “aleluyas”.
La gobernadora Kathy Hochul, que tiene la capacidad de destituir al alcalde, dijo esta semana que le está dando a Adams una oportunidad de demostrar que puede seguir dirigiendo la ciudad mientras se desarrolla su caso penal.
Mientras Adams intentaba presentar su caso político, sus abogados estaban ocupados intensificando su defensa legal.
En una presentación judicial el martes, los abogados de Adams pidieron a un juez que investigara las filtraciones a los medios de comunicación de los fiscales y, si se confirmaban, que impusiera los remedios adecuados, incluida la desestimación de la acusación.
Esa presentación se produjo un día después de que su abogado solicitara a un juez que desestimara el cargo de soborno (uno de los cinco cargos que enfrenta) argumentando que los detalles de la presunta conducta no cumplen el umbral de un quid pro quo.
Un portavoz de la Fiscalía de los Estados Unidos en Manhattan se negó a hacer comentarios.
Adams debe volver a la corte el miércoles por la mañana.
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