El joven de 22 años arrestado por apuñalar a dos personas la semana pasada en la ciudad portuaria de Róterdam residía en una instalación de atención psiquiátrica tras haber atacado a su madre con un cuchillo en 2022. La justicia neerlandesa consideró entonces que sufría algún tipo de trastorno mental severo con alucinaciones.
El sospechoso ha pasado este lunes a disposición judicial y permanecerá detenido al menos otras dos semanas más mientras continúa la investigación del suceso. El joven fue detenido el pasado jueves después de apuñalar con resultado de muerte a un hombre alemán de 32 años y de dejar herido a otro, un suizo de 33 años.
Un tribunal de La Haya, que se ha hecho cargo del caso porque empleados de la Corte de Róterdam presenciaron el incidente, dictaminó este lunes que hay razones suficientes para mantener al sospechoso en detención preventiva hasta que los investigadores tengan conclusiones más claras sobre lo ocurrido, y se confirmen los motivos del apuñalamiento.
La fiscalía dijo el pasado viernes que el acusado “pudo haber actuado por motivos ideológicos” y que podría estar implicado en un asesinato “con un posible motivo terrorista”. no obstante, no descartó que hubiera otras motivaciones detrás de su actuación e instó a esperar a los resultados de las investigaciones.
Ya se sabía que el sospechoso estaba en el radar policial, y este lunes ha quedado claro que había enfrentado cargos de intento de asesinato de su propia madre con un cuchillo a principios de 2022. Asimismo, le fue diagnosticado, durante el juicio por esa agresión, algún tipo de trastorno mental severo que incluía síntomas como alucinaciones y delirios, así como “voces” que le instaban a actuar.
Sin embargo, según la prensa local, su psicosis era tan grave que los expertos psiquiátricos no pudieron realizar pruebas para determinar si era capaz de distinguir entre la realidad y sus pensamientos. El joven fue absuelto de intento de asesinato de su madre porque “sufría de un trastorno patológico de las facultades mentales en el momento de cometer los hechos”. Pero los jueces ordenaron su ingreso en un psiquiátrico por la preocupación por el alto riesgo de reincidencia.
Por este motivo, el sospechoso, que tenía una prohibición de viajar al extranjero y de tomar alcohol o drogas, residía a tiempo completo en un centro psiquiátrico que acoge a personas que necesitan atención completamente supervisada, y también a quienes necesitan ayuda mientras trabajan en una transición a una forma de vida independiente. No está claro en qué régimen se encontraba el detenido.