Hay un detalle significativo en el fichaje de Franco Colapinto por Alpine, y es que su actual puesto en Enstone probablemente no sea lo que él y sus jefes buscan realmente.
“Si Franco no está en un asiento de carreras el año que viene, le daremos para conducir un coche histórico o un coche de hace dos años”, dijo el ahora exdirector de Colapinto, James Vowles, de Williams, en una rueda de prensa en Qatar. “Entrenará mucho para conseguir mucha más velocidad. He visto eso antes con Esteban [Ocon en Mercedes] cuando se tomó un año de descanso. Efectivamente, Esteban está aquí [en la parrilla] hoy y sigue siendo un piloto top. Hay cosas que podemos hacer eficazmente a su alrededor para mantener su nivel”.
Para ser piloto reserva y tener la oportunidad de pilotar un coche viejo para ganar algo de kilometraje, Colapinto podría haberse quedado fácilmente en Williams. También habría tenido mucho sentido para el equipo, porque aunque Vowles crea que tiene la mejor alineación de la F1, no estaría de más tener a un reserva que ya ha demostrado que puede subirse al coche y rendir al momento.
Sólo puede haber una explicación lógica. Colapinto y su equipo deben confiar en que tendrá más posibilidades de conseguir un asiento en Alpine en un futuro próximo que en Williams. Y así lo avalan las palabras de Vowles, facilitadas a los medios de comunicación por el departamento de prensa de su equipo el día del anuncio.
“Creemos que este acuerdo con Alpine representa la mejor oportunidad para Franco de conseguir un asiento para 2025 o 2026”, dijo.
Y esa es una pista tan buena como cualquier otra. Colapinto, que impresionó en su debut en la F1 como sustituto de Logan Sargeant, tiene posibilidades reales de pilotar uno de los coches de Alpine en un futuro próximo. Y no es difícil adivinar a qué asiento aspira. Tiene que ser el de Jack Doohan.
Franco Colapinto, Williams Racing
Foto: Zak Mauger / Motorsport Images
Hay dos maneras de ver esto, por supuesto. La más cínica y la más común en la F1, es sugerir que el destino del australiano está prácticamente decidido. El rumor generalizado que circuló por el paddock durante las últimas carreras del campeonato sugería que Doohan sólo tenía garantizado un número limitado de carreras en su contrato con Alpine.
Algunos cínicos -y hay muchos en la F1, como puedes imaginar- se han atrevido incluso a relacionar esto con la decisión del equipo de precipitar la marcha de Ocon. Se sugirió que al subir a Doohan al coche en Abu Dhabi, el asesor de Alpine, Flavio Briatore, no hacía más que prepararle para el fracaso y a su vez acercar su futuro despido. El jefe del equipo, Oliver Oakes, incluso se enfrentó a esa pregunta en su sesión con los medios tras la carrera.
Según esa teoría, también existe la posibilidad de que Doohan dicte su propio futuro con resultados. Pero en cualquier caso, aunque Briatore no sea tan cínico como otros, está claro que la llegada de Colapinto ha supuesto una presión extra para Doohan. El argentino simplemente no estaría en el equipo si Briatore no lo viera como uno de sus futuros pilotos de carreras.
“Lo único seguro es la muerte”, bromeó Flavio en una entrevista con el diario francés Le Parisien en el mes de diciembre, antes de ponerse más serio: “Empezaremos el año con Pierre y Jack, puedo garantizarlo. Luego ya veremos durante la temporada. El equipo siempre debe estar en condiciones de obtener resultados. Y el piloto es quien debe materializar el trabajo de casi 1.000 personas detrás de él.
“Todo el mundo trabaja sólo para dos personas. Si uno de los pilotos no progresa y no da resultados, entonces le sustituyo. No se puede ser emocional en la F1″, dijo.
Jack Doohan, piloto reserva, Alpine F1 Team
Foto: Simon Galloway / Motorsport Images
Sin duda, no es fácil ser Jack Do ohan en estos momentos. Los rumores de los medios de que su asiento estaba amenazado comenzaron incluso antes de su debut en Abu Dhabi, y es de dominio público en el paddock que Briatore le sometió a una especie de test espalda con espalda con Pierre Gasly, para que el equipo pudiera evaluar su velocidad frente a la de su piloto titular, algo que obviamente se relacionó con el interés del italiano por Colapinto.
Esos rumores se han materializado en un contrato de piloto reserva para el argentino, y todo esto significa que Doohan no tiene mucho tiempo para adaptarse. Tiene que rendir.desde ya
Hay muchas razones para creer que Alpine querrá que Jack rinda desde las primeras carreras, sin excusas. Porque si no lo hace, con Colapinto, Briatore y Oakes tienen a alguien que ya ha demostrado que puede rendir sin preparación previa. No, su etapa de nueve carreras con Williams no fue perfecta (y un par de accidentes, sobre todo en Brasil y Las Vegas, frenaron un poco el tren de la fama), pero el potencial está ahí y ya se conoce.
Los cínicos no dejarán de mencionar que Briatore quizás también se sienta atraído por los posibles beneficios comerciales de un hipotético ascenso de Colapinto a un asiento titular. El impacto de su debut fue enorme, tanto en Argentina como en la Fórmula 1, con logotipos de empresas de su país natal no sólo apareciendo en los coches de Williams, sino también adornando las vallas publicitarias de los circuitos que albergaron carreras en las que participó Colapinto.
Y aunque la F1 en sí no puede influir en las decisiones de Alpine, los jefes del campeonato no deberían estar demasiado decepcionados de ver a Colapinto de vuelta en la parrilla.
No será fácil para Doohan. El australiano ha pasado 2024 en el dique seco y seguro que está un poco oxidado. Incluso Fernando Alonso lo estaba cuando regresó a la parrilla en 2021. El bicampeón de F1 tardó unas cuantas carreras en ponerse al día con el mismo equipo, pero sin la presión de Doohan y evidentemente con mucha más experiencia que él.
¿Brutal? Probablemente. Una cosa que es segura, sin embargo, es la coherencia de los nuevos jefes de Alpine en su enfoque. Después de todo, sólo están haciendo lo que es beneficioso para el equipo, sin preocuparse demasiado por lo que dicen desde fuera.
Fabio Briatore y Oliver Oakes, asesor y director del equipo Alpine.
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Foto: Erik Junius
Sin embargo, presionar a Doohan no se puede comparar al cerramiento de la fábrica de motores Renault.
Se podría lamentar y hablar de la importancia histórica de esta decisión, argumentando que Renault está jugando con su propio legado. También se podría afirmar que utilizar motores clientes en lugar de los propios no es el enfoque correcto para un fabricante, y probablemente se tendría razón al decir que demuestra la falta de ambición de Renault en la F1.
¿Pero es explicable? Totalmente, sí. Es fácil, de hecho. Es simple matemática. Si puedes comprar una unidad de potencia competitiva por unos 15 millones de euros al año, no querrás gastar cinco veces esa misma cantidad desarrollando la tuya propia, con casi ninguna garantía de que sea igual de competitiva.
Esa ha sido en gran medida la historia desde la llegada de Briatore: al nuevo régimen de Alpine no le importa realmente cómo se perciben sus decisiones, siempre y cuando haya beneficios claros.
Si eres Jack Doohan, eso es mucho con lo que lidiar. Probablemente habría sido mejor que Briatore dijera -en esta misma entrevista con Le Parisien, por ejemplo- que el australiano tenía al menos una temporada completa para demostrar su valía. Eso habría reforzado sin duda la confianza del novato. Mejor hubiera sido si hubiera dicho que confiaban plenamente en el talento desarrollado por la propia academia de Alpine. Después de todo, Jack es el primer piloto que llega a la F1 procedente del programa que han creado en Enstone.
Pero Briatore no lo hizo. Sin embargo, ha garantizado que Doohan empezará la temporada junto a Gasly. Y eso es lo mejor que puede pasar en la F1. Aunque Doohan no tenga una oportunidad “justa” para poder demostrar su valía, en verdad la sigue teniendo. Y aunque sólo tenga cinco carreras para demostrar su valía, son exactamente cinco más de las que han tenido Théo Pourchaire y Felipe Drugovich juntos.
Jack Doohan, Alpine A524
Foto de: Lubomir Asenov / Motorsport Images
Nos guste o no, hay algo en la nueva dirección de Alpine que la diferencia de todas las anteriores: no hay hipocresía. No hay planes a X años, ni proclamas infundadas sobre el número de carreras que separan al equipo del éxito futuro.
Como dijo Oakes a la revista Autosport en una entrevista: “No hay un plan maestro. No hay cosas que se hayan dicho antes, ‘100 carreras’ y todo eso. Sólo tenemos que mejorar. Tenemos que ser un equipo bien dirigido. Y creo que tenemos que centrarnos en nosotros mismos. E incluso con todo el ruido sobre la unidad de potencia y toda la charla sobre la venta y todo ese tipo de basura, creo que la gente ya ha visto que en realidad no vamos a ser molestados por eso nunca más. Vamos a agachar la cabeza”.
Con la llegada de Briatore, el equipo Alpine de Fórmula 1 tiene – quizás por primera vez en la última década – un plan claro y directo: convertirse en una operación eficiente que aspira a lograr los mejores resultados posibles con los recursos de que dispone. Que algunas decisiones resulten impopulares es ahora irrelevante para ellos.
Por algo se dice que la F1 es un negocio feroz. Pero también se basa en el rendimiento. Así que si eres Jack Doohan, tu futuro todavía está en tus manos. Todo lo que tienes que hacer es conducir rápido.
En este artículo
Oleg Karpov
Fórmula 1
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Alpine
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