El Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) informó que la ayuda alimentaria federal, que beneficia a más de 40 millones de personas, no se entregará el 1 de noviembre debido al cierre gubernamental, el segundo más largo en la historia del país.
«En resumen, el pozo se ha secado», señaló el departamento en un mensaje donde critica a los demócratas, a quienes culpa del cierre por no aprobar la ley de financiamiento propuesta por los republicanos.

Los demócratas habían solicitado a la secretaria del USDA, Brooke Rollins, utilizar fondos de emergencia para cubrir el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), que beneficia a aproximadamente uno de cada ocho estadounidenses.
Sin embargo, el USDA respondió que no usará esos fondos para cubrir los beneficios del SNAP si el cierre se extiende más allá del 31 de octubre, argumentando que los necesita para enfrentar posibles emergencias.
Los problemas en las ayudas alimentarias se anticipaban desde el 10 de octubre, cuando las agencias estatales recibieron una carta del USDA indicando que no habría fondos suficientes para pagar la totalidad de los beneficios de noviembre si el cierre continuaba.
«Los beneficios del SNAP nunca deben ser una cuestión de último momento; proteger a las familias que dependen de estos beneficios para llevar comida a la mesa debe ser una prioridad», declaró el fiscal general de California, Rob Bonta, quien lidera una coalición de 23 fiscales que pidieron a la Casa Blanca priorizar estos recursos.
De los 42 millones de personas en Estados Unidos que reciben ayuda para comprar alimentos, 5,5 millones residen en California, lo que convierte al estado en el más afectado por la falta de fondos. El 63,2 % de los participantes del SNAP en California son niños o adultos mayores.
La suspensión de las ayudas alimentarias generó reacciones incluso entre los republicanos en el Senado, que esta semana podrían debatir un proyecto de ley para financiar el programa SNAP. El líder de la mayoría del Senado, el republicano John Thune, afirmó la semana pasada que estaban discutiendo «algunas opciones».
El cierre del Gobierno estadounidense cumplió este domingo 26 días, convirtiéndose en el segundo más prolongado de la historia. Ambas bancadas se culpan mutuamente de la paralización. Los demócratas presionan por aprobar más financiación para la atención sanitaria del Obamacare, a lo que se oponen los republicanos.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


