SANTO DOMINGO. El economista Franklin Vásquez atribuyó a que en el país se lleve a cabo una reforma fiscal a un problema de planificación del estado a nivel de los ingresos y gastos, por lo que debe haber un superávit que permita hacer las inversiones de capital para solucionar los principales problemas de las clases más vulnerables.
En ese orden, consideró que se debe lograr un equilibrio fiscal para impulsar el desarrollo productivo mediante el desarrollo de las micro pequeñas y medianas empresas a través de su expansión, debido a que son los sectores que generan capital.
“El gasto tributario lo que hace es apoyar a sectores que de alguna manera en sus inicios no son tan productivos, entonces para que los bienes y servicios le lleguen a la población con precios justos se le debe otorgar exenciones fiscales”, dijo.
Estimó que el estado debería revisar la estrategia nacional de desarrollo para reestructurar acciones que tengan que ver con la gestión fiscal para ver cómo se gasta el dinero.
“Los niveles de ingreso que tiene el país todavía no son suficientes para cumplir los compromisos que son de deudas en términos de intereses y capital para hacer las inversiones, por lo que se debe hacer una revisión hacia adentro para ver cómo el estado se maneja”, afirmó.
Planteo la necesidad de un recorte en el presupuesto de educación y en el financiamiento de partidos políticos y la eliminación de instituciones estatales, dinero que se utilizaría en la inversión de los sectores sociales más vulnerables.
“Cualquier reforma fiscal que se haga tiene la finalidad de buscar eficiencia mediante la recaudación correcta de los impuestos y equitativa a través de quienes sean los paguen”, dijo.
Vásquez aseguró que en el caso de que exista una reforma fiscal, la clase alta de la sociedad tendrá un papel activo a través del pago de impuestos porque es una manera de que las personas puedan tener más ingresos y así consumir bienes y servicios.
“Los grupos empresariales ya están unificados y tienen una mentalidad más meridiana de la importancia de mantener la estabilidad política, económica y social, porque si se hace una reforma que no beneficie a los pobres y que genere problemas, tendrán dificultad para comercializar los bienes y servicios que ofrece”, dijo.