SANTO DOMINGO. En entrevista con Noticias SIN, el expresidente colombiano Iván Duque ofreció su visión sobre la prolongada crisis en Venezuela, describiendo cómo dos décadas de chavismo han devastado la nación y forzado a millones de venezolanos a huir de su país.
Duque, quien enfrentó de primera mano el desafío de acoger a millones de migrantes venezolanos durante su mandato, destacó la urgencia de una acción internacional más decisiva para restaurar la democracia en Venezuela.
El expresidente fue claro al afirmar que la crisis migratoria venezolana es consecuencia directa de la «destrucción económica y social» provocada por el régimen chavista. «La migración de hermanos y hermanas venezolanas se ha producido por la destrucción económica y social que ha traído dos décadas de Castro-Madurismo, de Castro-Chavismo, Chavismo-Madurismo», señaló.
El expresidente no escatimó en palabras para describir el deterioro de Venezuela bajo los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, responsabilizándolos del colapso del capital humano, económico e institucional del país.
Durante su mandato, Colombia adoptó una política abierta hacia los migrantes venezolanos, otorgándoles el Estatuto de Protección Temporal por 10 años, lo que les permitió acceder a derechos fundamentales como la salud y la educación. «Nosotros tomamos una decisión de darles el Estatuto de Protección Temporal por 10 años, donde tienen todos los derechos menos los derechos políticos», explicó Duque, destacando que este enfoque fue tomado con «convicción» y en reconocimiento de la magnitud de la crisis.
Sin embargo, Duque advirtió que la situación en Venezuela podría empeorar aún más, con el riesgo de una nueva ola migratoria si no se produce un cambio político significativo en el país. «Este hurto flagrante de las elecciones de Nicolás Maduro y toda la intimidación puede llevar a que venga una nueva ola migratoria que va a ser muy compleja y para la cual los países no están preparados», alertó.
Según Duque, la capacidad de los países de la región para absorber una nueva ola de migrantes es limitada, lo que hace aún más urgente una solución política.
El expresidente colombiano fue contundente al rechazar la posibilidad de una solución negociada con el régimen de Maduro. «No hay salida negociada tampoco. Es que ninguna salida negociada puede servir distinta a negociar los términos de la salida de Maduro», afirmó, subrayando que cualquier intento de diálogo solo debe centrarse en facilitar la transición a la democracia.
En este sentido, Duque llamó a la comunidad internacional a dejar de lado lo «políticamente correcto» y actuar con firmeza. «Se necesita ya que la comunidad internacional realmente esté dispuesta a actuar, sin tenerle miedo a lo que es políticamente correcto, sino más bien a lo que es moralmente un deber», añadió.
En cuanto a las elecciones en Venezuela, Duque fue igualmente claro: las actas ya se conocen, gracias al trabajo de los testigos de la oposición venezolana. «Las actas ya se conocen. Es que los miles de testigos valerosos que tuvo María Corina Machado… es la que ha permitido que se conozcan más del 83% de las actas que son consultables digitalmente», mencionó Duque, reiterando que cualquier demanda para que Maduro muestre las actas es inútil.
Para Duque, la solución a la crisis venezolana pasa por el apoyo decidido a las fuerzas democráticas del país, incluidas las militares, para que defiendan la Constitución y faciliten la transición política. A largo plazo, Duque ve en este proceso la esperanza de que los venezolanos que han emigrado puedan regresar a su país. «Si se ve ese cambio, si se ve un reverdecer y una esperanza democrática, eso puede ayudar también a que muchas de las personas que se han ido regresen», concluyó.
