Diez meses de luchas, duelos, victorias y contratiempos encuentran su desenlace en Abu Dhabi, quizás de la manera más fascinante. Lo que parecía destinado a ser un duelo a dos se ha transformado, de manera sorprendente, en una rivalidad a tres por el título. En el duelo de tonos papaya se ha colado Max Verstappen, hábil en aprovechar las oportunidades que McLaren F1 ha dejado en el camino para mantener vivas sus esperanzas.
Un desafío que el equipo de Woking ahora quiere cerrar y ganar, materializando esa superioridad técnica mostrada a lo largo de la temporada. Incluso en Abu Dhabi esa ventaja podría resultar decisiva, porque el circuito de Yas Marina Circuit resalta algunas de las cualidades no solo del MCL39, sino también de Lando Norris, siempre competitivo en este trazado en el pasado.

Una de las claves de la fortaleza de McLaren es su amplia ventana de funcionamiento, una característica que hoy marcó la diferencia de inmediato. El británico pudo así concentrar el trabajo en los detalles sin tener que alterar la base del setup, buscando no solo las últimas centésimas, sino sobre todo esas sensaciones capaces de ponerlo en plena sintonía con el coche.
Las casi cuatra décimas de ventaja sobre la competencia demuestran que el fin de semana comenzó de la manera correcta y que, sobre todo, el objetivo de Norris no es conformarse, sino luchar por la victoria y cerrar el campeonato confiando únicamente en sus fuerzas. Este es el mejor antídoto contra la presión, y resulta interesante entender de dónde provienen esas cuatro décimas ganados sobre la competencia, especialmente sobre Verstappen.
Del análisis de datos surge con claridad la superioridad del británico y del monoplaza de Woking en curvas de velocidad media, que ya en otras etapas de la temporada habían representado el terreno de caza ideal para McLaren. En Yas Marina, estas curvas dominan gran parte del trazado y juegan un papel crucial en la gestión de los neumáticos.
El circuito de Abu Dhabi, sobre todo tras el cambio de trazado de 2021, une dos almas: la más rápida, marcada por los largos rectos del segundo sector, y la de las curvas de velocidad media, que hacen que el primer y segundo sector sean decisivos en términos de rendimiento. Es precisamente en este equilibrio donde se separan las filosofías de McLaren y Red Bull.
Foto de: Steven Tee / LAT Images via Getty Images
El MCL39 nunca ha sido un coche particularmente eficiente, especialmente cuando los setups se orientan hacia soluciones de carga media o baja, como se ha visto hoy en Abu Dhabi. Por eso, el tiempo se debe construir en otro lado: en las curvas, y es precisamente allí donde emergen las cualidades de McLaren, claramente visibles en el primer y tercer sector, donde Norris marcó tiempos récord.
En la curva 1, por ejemplo, Norris logra ser unos 10 km/h más rápido que Verstappen, ganando de inmediato una décima y media. Lo que marca la diferencia parece ser sobre todo ese molesto subviraje del que el neerlandés se quejó durante buena parte de la sesión, confirmado luego también por Helmut Marko en su análisis post-sesión.
Un tema que encuentra más confirmación al observar la evolución de la diferencia en el tercer sector, caracterizado por curvas distintas entre sí pero altamente representativas. El mismo subviraje se repite en la curva 9, donde la mayor precisión del tren delantero de McLaren y la carga generada permiten seguir una trayectoria más fluida, cerrando la línea ya a mitad de curva. Hemos hablado varias veces de cuánto puede marcar la diferencia el tren delantero del MCL39 en curvas largas, y esto también se está viendo en Abu Dhabi.
Foto de: Gianluca D’Alessandro
Igualmente significativo es lo que ocurre en la zona del hotel. Allí, más que por la gestión del tren trasero, el problema parece derivar de un tren delantero que lucha por cerrar la trayectoria. En las curvas 12 y 13, las más lentas, no se observan dificultades particulares, pero la diferencia surge especialmente en la curva 14, a la salida de la zona del hotel.
Es una curva particularmente traicionera, caracterizada por un camber negativo que tiende a empujar hacia el exterior, por lo que se vuelve fundamental disponer de un tren delantero preciso. No es casualidad que en ese punto Norris logre mantener el acelerador abierto más tiempo, especialmente en la entrada, llevando consigo unos 8 km/h más de velocidad en paso por curva. Un margen que se amplía en las últimas curvas del trazado.
La única arma que le queda a Red Bull, obligada a lidiar con ese molesto subviraje que la ha frenado varias veces en la temporada, es un setup descargado, imprescindible para maximizar la eficiencia aerodinámica y ganar en las rectas. Una elección consciente, y no sorprende que Verstappen haya construido su tiempo precisamente en el segundo sector, caracterizado por dos largos tramos, donde registró una ventaja de unos 6 km/h sobre el MCL39 con DRS abierto.
La batalla se juega sobre dos filosofías opuestas de interpretar el coche y el trazado. McLaren ha empezado con el pie derecho, mientras que a Red Bull le espera una larga noche: como admitió el propio Verstappen, hoy fue una lucha continua con el coche. Corregir ese subviraje congénito será crucial para intentar aprovechar la única carta que les queda: sorprender a McLaren. Se espera una alta evolución de la pista, y esto podría ayudar a encontrar agarre, pero ¿será suficiente?
Queremos tu opinión
¿Qué le gustaría ver en Motorsport.com?
– El equipo de Motorsport.com


