El agente Didarul Islam tenía una forma de explicar la labor policial como “una manta de la comunidad para proporcionar consuelo y cuidado”, afirmó el jueves la jefa del Departamento de Policía de Nueva York.
“Él hizo de eso su responsabilidad personal”, indicó la comisionada de policía Jessica Tisch, cuando familiares, amigos, dignatarios y multitudes de compañeros policías rendían homenaje al policías Didarul Islam.
Islam fue una de las cuatro personas abatidas en el ataque del lunes en la torre de oficinas de Midtown Manhattan que alberga la sede de la NFL.
Con agentes apostados en los tejados de inmuebles alrededor de la mezquita del Bronx por cuestiones de seguridad, los camiones de bomberos usaron sus escaleras para sostener una enorme bandera estadounidense sobre una calle cercana antes del servicio religioso. Un camión plataforma llevaba una valla publicitaria digital mostrando fotos de Islam y un mensaje conmemorativo de su sindicato. Los agentes se alinearon en cuatro filas afuera.
Agentes en la comisaría 47 del NYPD en el Bronx, donde prestaba servicio el agente Didarul Islam, asesinado el lunes.
Islam, de 36 años, trabajaba uniformado en una asignación de seguridad privada aprobada por el Departamento de Policía, cuando fue fatalmente baleado en el ataque. Un guardia de seguridad, una empleada de una empresa inmobiliaria y una ejecutiva de una firma de inversiones también fueron asesinados. El atacante también hirió a una quinta persona, un empleado de la NFL, antes de suicidarse.
La gobernadora Kathy Hochul dijo a los dolientes en la mezquita Parkchester Jame Masjid: “Este agente salvó vidas. Estaba al frente. Otros pueden estar vivos hoy porque él fue la barrera”.
Inmigrante de Bangladesh, Islam estaba construyendo una carrera en la fuerza policial más grande del país. Se desempeñó como agente de seguridad escolar antes de convertirse en agente de patrulla hace menos de cuatro años, y fue ascendido póstumamente el jueves a detective.
“Él podría haber elegido cualquier otra ocupación, pero quiso vestir ese uniforme, y quería proteger a sus compañeros neoyorquinos. Y quería que supiéramos que creía en lo que esta ciudad y este país representan. Ese es el mayor símbolo de lo que sabemos que somos como país”, declaró el alcalde Eric Adams dijo a los asistentes.
“Como alcalde de la ciudad de Nueva York, sí, estoy enojado” por la muerte de Islam, afirmó Adams. Pero añadió: “Hoy me siento lleno de esperanza y optimismo por la vida del agente Islam”.
Islam estaba asignado a un precinto en el Bronx, el distrito donde vivía con su esposa y sus dos hijos pequeños. Su viuda espera el nacimiento de su tercer hijo pronto.
En una declaración que un amigo leyó en su nombre en el servicio, su viuda manifestó: “Para nuestra familia, él era nuestro mundo. Para la ciudad, era un orgulloso agente del NYPD que sirvió con compasión e integridad. Vivió para ayudar a los demás”.
Islam será enterrado más tarde el jueves en un cementerio en Totowa, Nueva Jersey.
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Otra víctima, Julia Hyman, fue enterrada tras un emotivo servicio el miércoles en una sinagoga de Manhattan. La graduada de la Universidad de Cornell de 27 años había trabajado para Rudin Management, que es propietaria del edificio.
Los arreglos funerarios para los otros dos fallecidos, el guardia de seguridad Aland Etienne y la ejecutiva de la firma de inversiones Wesley LePatner, no se han hecho públicos.
La policía identificó al agresor como Shane Tamura, un exjugador de fútbol americano de secundaria de 27 años que trabajó recientemente en el departamento de vigilancia de un casino en Las Vegas. Las autoridades dicen que condujo hasta Manhattan porque creía que tenía una enfermedad cerebral vinculada a los deportes de contacto y acusó a la NFL de ocultar los peligros de jugar al fútbol americano.
Las autoridades afirman que se dirigía a la oficina de la NFL, pero tomó el ascensor equivocado y fue por error a otro piso que albergaba las oficinas de Rudin Management. El empleado herido de la NFL se encontraba en el vestíbulo cuando Tamura disparó allí.
Adams, un capitán de policía retirado, dijo que el derramamiento de sangre “me afectó profundamente”.
“Para que alguien conduzca a través de nuestro país, llevando un arma automática y quitando la vida a personas inocentes, nos preguntamos una y otra vez, ‘¿Qué más podríamos haber hecho?'”, se preguntó en voz alta en el servicio de Islam.
La policía informó que Tamura tenía un historial de enfermedad mental, pero no han dado más detalles aparte de decir que encontraron medicación psiquiátrica recetada para él en su residencia en Las Vegas.
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