Un retrato captado en el interior del salón principal del centro de entretenimiento Jet Set, en Santo Domingo, se ha convertido en parte esencial de la defensa legal de los hermanos Antonio y Maribel Espaillat, quienes son los dueños del establecimiento. La fotografía, tomada en febrero de 2025, semanas antes del colapso del techo del local, muestra a varios integrantes de la familia compartiendo en un ambiente relajado, con expresiones de alegría, sin señales visibles de preocupación por posibles problemas en la infraestructura.

Dicha imagen ha sido presentada ante el tribunal como un elemento clave por el equipo legal de los propietarios. Según argumenta la defensa, este retrato demuestra que la familia confiaba plenamente en la solidez del inmueble y no tenía indicios de que existiera un fallo estructural que pudiera generar un desenlace lamentable. Aseguran que, si hubiese existido alguna señal técnica o advertencia que indicara peligro, se habrían tomado medidas inmediatas para salvaguardar la integridad de quienes asistían al lugar.

Los abogados de los Espaillat sostienen que la reunión familiar que se llevó a cabo en ese mismo espacio evidencia que no existía temor ni sospechas por parte de los dueños respecto al estado del edificio. Señalan además que la cercanía en fechas entre la foto y el derrumbe es un factor relevante, pues reduce la posibilidad de que haya habido una omisión voluntaria frente a un riesgo conocido.
Por otro lado, el Ministerio Público continúa con la acusación formal, señalando una presunta falta de acción en cuanto al mantenimiento y seguridad de la estructura. La causa se mantiene abierta y en evaluación por parte de las autoridades competentes, quienes estudian múltiples informes técnicos, documentos de inspección y testimonios para determinar si existió algún nivel de negligencia.

Desde que se conocieron los hechos, la opinión pública ha puesto atención al caso, y algunos sectores han manifestado señalamientos sobre la responsabilidad de los propietarios. En este contexto, la presentación de la imagen familiar también busca mostrar una faceta más cercana de los dueños, al mismo tiempo que se intenta reforzar su postura de desconocimiento de cualquier falla previa.

La imagen fue admitida formalmente como parte del expediente, y se encuentra en etapa de análisis junto con las demás pruebas recopiladas. Hasta el momento, no se ha informado oficialmente cuál será el valor que se le otorgue dentro del juicio, ni si influirá de manera significativa en las decisiones que se tomen.


