Una tragedia conmovió a la ciudad de Altamira, en el estado de Pará, Brasil, donde una joven de 18 años, identificada como Deyvyla Taissa Lima da Silva, perdió la vida tras ser atacada con un arma blanca dentro de su vivienda.
La víctima tenía apenas tres semanas de embarazo y, según sus allegados, se encontraba en proceso de poner fin a una relación conflictiva.
El principal sospechoso del hecho es su pareja, un hombre de 20 años, quien fue arrestado poco después del ataque.
De acuerdo con los primeros informes, el joven no aceptaba la decisión de la adolescente de distanciarse de él, lo que habría derivado en una discusión que terminó en el crimen.
La madre de Deyvyla relató que su hija se preparaba para regresar a la casa familiar y que, en el momento de la agresión, se encontraba realizando labores domésticas.
La familia sostiene que el ataque habría sido planificado, ya que la víctima llevaba tiempo intentando salir de la relación.
En mensajes recuperados por las autoridades, el acusado había manifestado su preocupación por los hábitos de la joven durante la gestación, en particular por el consumo de cigarrillos.
Sin embargo, los investigadores señalaron que también había expresado que no estaba dispuesto a asumir la responsabilidad de la paternidad, lo que habría intensificado las tensiones entre ambos.
El sospechoso permanece bajo custodia y enfrentará cargos por feminicidio, de acuerdo con la legislación brasileña.
El caso ha generado gran repercusión en la región y reaviva el debate sobre la violencia de género y la protección a mujeres en situaciones de vulnerabilidad.
