Redacción. − Este sábado el Parlamento surcoreano aprobó la destitución del presidente, Yoon Suk-yeol, por haber declarado la ley marcial el pasado 3 de diciembre y lo hizo con el apoyo de diputados de la propia formación del mandatario.
Tras la votación, Yoon dijo que hará “lo mejor para el país hasta el final”. En un mensaje grabado en su residencia tras conocer que el Parlamento aprobó la moción para destituirlo, defendió una vez más su decisión de haber declarado el estado de excepción el pasado 3 de septiembre y pidió al Gobierno que se ocupe con esmero de sus funciones, que han quedado en suspenso y han sido transferidas de manera interina al primer ministro, Han Duck-soo.
Para aprobar la moción eran necesarios al menos 200 votos a favor para lograr una mayoría de dos tercios en la cámara y, aunque el voto es secreto, y al menos 12 diputados del conservador y gobernante Partido del Poder Popular (PPP) han debido apoyar la destitución, puesto que los partidos de la oposición suman en total 192 escaños.
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Tras el conteo, Yoon ha quedado inhabilitado de inmediato y el primer ministro, Han Duck-soo, asume ahora de manera interina la jefatura de Estado y Gobierno- a la espera de que el Tribunal Constitucional determine en un plazo máximo de 180 días si el presidente violó o no la Carta Magna cuando declaró la ley marcial el pasado 3 de diciembre.
Si el Constitucional determina que así fue, Yoon sería el segundo presidente en ejercicio en ser inhabilitado en democracia en Corea del Sur después de que la también conservadora Park Geun-hye fuera apartada del poder y encarcelada en 2017 por una compleja trama de corrupción.
El liberal Roh Moo-hyun fue también destituido por el Parlamento en 2004 por una supuesta violación de la ley electoral, aunque el máximo órgano judicial surcoreano falló dos meses a favor de restituirlo como presidente.