María Teresa de la Cruz ha sufrido durante meses el acoso y robos reiterados por parte de un menor de 14 años, sin que las autoridades actúen pese a las múltiples denuncias que ha presentado. La mujer denuncia que vive una situación angustiante debido a esta problemática.

Relata que el joven la sigue a cada vivienda a la que se traslada, entrando de forma violenta al romper puertas y ventanas para sustraer abanicos, celulares, cargadores y otros objetos personales. Ha sido víctima en al menos cinco ocasiones y en una de ellas encontró al menor dentro de su casa.
Explicó que ha intentado dialogar con los familiares del menor, pero no ha obtenido respuesta satisfactoria. También mencionó que, aunque el joven ha sido entregado a las autoridades, regresa a las calles sin que se le apliquen consecuencias efectivas.
Con preocupación, dijo: “No hay protección, no hay justicia, y temo por mi hija de tres años”. Esta declaración refleja la desesperación y el miedo que siente ante la falta de acciones concretas.
De la Cruz advierte que responsabiliza a las autoridades por cualquier daño que pueda sufrir ella o su hija si la situación no cambia. La mujer enfatiza que está desesperada porque no se adoptan medidas para resolver el problema que enfrenta.
El caso pone en evidencia la dificultad que tienen algunas familias para recibir apoyo ante situaciones de inseguridad provocadas por menores, y la frustración que genera la falta de respuestas institucionales efectivas en Sabana Grande de Boyá.


