Cincuenta años y un día después del inicio de la guerra árabe-israelí de Yom Kipur, el 7 de octubre de 2023 Israel volvía a ser objeto de un gran ataque sorpresa: el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) realizó una ofensiva sin precedentes contra territorio judío. Bajo la operación ‘Inundación de Al-Aqsa’, nombre que hace referencia a la mezquita de Al-Aqsa de Jerusalén, el grupo islamista emprendió la mayor incursión por tierra, mar y aire hasta la fecha contra un país cuyo Ejército es uno de los más poderosos de Oriente Próximo. Un año más tarde, el conflicto ha escalado con el foco en la Franja de Gaza, donde más de 41.800 personas han muerto y otras 96.800 han resultado heridas, según las últimas cifras de las autoridades sanitarias.
El ataque, que este lunes cumple su primer aniversario, dejó más de 1.200 personas muertas a manos de Hamás en un día en el que los israelíes celebraban la Simjat Torá, una fiesta judía para concluir la festividad de Sucot. Mientras, otros 251 civiles y militares fueron secuestrados como rehenes: 101 hombres, mujeres y niños siguen cautivos, según los últimos datos del Gobierno de Israel. Por su parte, las autoridades palestinas denuncian la detención ilegal de más de 10.700 ciudadanos por parte de las fuerzas de Israel desde entonces.
Si bien los servicios de Inteligencia de Israel afirmaron que el ataque les cogió desprevenidos, EEUU y Egipto aseguraron haber advertido al Gobierno de Netanyahu pocos días antes. Además, los funcionarios israelíes habían obtenido información sobre el mismo hacía más de un año, según el New York Times. Un documento de 40 páginas revisado por el diario estadounidense, llamado ‘Muro de Jericó’, describía con “exactitud y punto por punto” una invasión devastadora, a falta de una fecha concreta. Sin embargo, desestimaron que el plan pudiera llevarse a cabo al considerar que sería demasiado difícil.
4:00 – Los milicianos se preparan
Eran en torno a las 4:00 hora local (3:00 hora peninsular española) cuando la maquinaria empezó a ponerse en marcha. El momento que la cúpula de Hamás había estado planeando durante años había llegado con las primeras órdenes de los altos mandos: rezar. Según The Guardian, tras las oraciones del amanecer en las mezquitas, los subordinados recibieron las segundas instrucciones: coger armas y acudir a los puntos acordados.
Munición, explosivos, misiles… los islamistas recibieron por parte de sus superiores más armamento y cámaras deportivas para grabar lo que sucedería a continuación. A cada unidad se le asignó un objetivo: una base militar, un kibutz, una carretera o una localidad. Asimismo, los grupos recibieron órdenes sobre el papel que tendrían que llevar a cabo, ya que algunos debían atacar mientras que otros tendrían que adoptar posiciones defensivas o capturar rehenes.
6:30 – Atacan los primeros kibutz y caen misiles
A las 6:30 hora local (siempre una menos en España) las sirenas de Israel comenzaron a sonar: Hamás había iniciado su ofensiva con la llegada de los milicianos y el impacto de los primeros misiles. “En la última media hora se han disparado cohetes desde la Franja de Gaza hacia territorio israelí”, anunciaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en su canal de Telegram a las 7:12 horas. En el comunicado instaban a la población del sur y el centro del país a permanecer cerca de las zonas protegidas y seguir las instrucciones del Mando del Frente Interior.
Los terroristas perforaron la valla por la zona sur hasta los kibutz de Be’eri, Nir Oz y Kerem Shalom, entre otros, y cruzaron decenas de vehículos con hombres armados que causaron cientos de muertes. En el norte, hicieron explotar el muro de hormigón del punto de control de Erez, paso que tomaron y que les sirvió para avanzar hacia otras regiones israelíes. También al norte, intentaron avanzar por mar en la única área fronteriza de este tipo, aunque con menos éxito.
Las Brigadas de Al Qasam, el brazo armado de Hamás, reivindicaron el lanzamiento de más de 5.000 cohetes en 20 minutos, aunque las fuerzas de Israel limitan la agresión a 2.000 misiles. Ahora bien, muchos ciudadanos israelíes, ya acostumbrados al sonido de las sirenas, no fueron conscientes de lo que estaba pasando hasta horas más tarde, tal como cuentan a este medio varios supervivientes de aquel día, que no obstante se extrañaron por la tardanza del Ejército.
Y es que en ese momento cerca de 600 soldados israelíes se encontraban a lo largo de la frontera, muy lejos de los más de 1.500 que solían estar, ya que muchos fueron trasladados o celebraban la fiesta del Sucot. A su vez, el entonces jefe de Inteligencia de las FDI, Aharon Haliva, estaba de vacaciones y, pese a que le informaron de madrugada de movimientos sospechosos, no lograron volver a establecer contacto con él. Haliva dimitió en abril tras asumir su responsabilidad en fallos de seguridad.
7:00 – Masacre en el Festival SuperNova
La mayor masacre que cometió Hamás aquel día fue en el Festival de Música SuperNova, que contaba con cerca de 4.000 asistentes y de los cuales al menos 360 fallecieron. El encuentro se celebraba en el desierto del Neguev, muy cerca del kibutz de Re’im y a cinco kilómetros de la valla que divide a Israel de la Franja de Gaza. Mientras la fiesta transcurría con normalidad, se activaron alarmas por la caída de misiles.
“Suenan sirenas en el sur del Neguev”, avisaban las FDI a las 7:24 hora local. Poco antes, el público pudo observar a decenas de hombres con insignias de Hamás cayendo en parapentes a poca distancia, mientras que otros llegaron por tierra en varios vehículos. Fue entonces cuando, aún con la música sonando, los terroristas empezaron a disparar contra los asistentes y a capturar rehenes.
Imágenes compartidas en redes sociales tanto por el público como por el grupo islamista muestran cómo los terroristas atacaron de forma indiscriminada, escupían a víctimas y trasladaban sus cuerpos. Asimismo, también se publicaron vídeos de civiles secuestrados pidiendo ayuda, como Noa Argamani, la joven de 25 años que suplicó en una grabación de Hamás que no la mataran y que fue rescatada por el Ejército de Israel en junio.
A pesar del gran número de víctimas en el festival, una investigación del diario israelí Haaretz reveló que Hamás no consideraba atacarlo. “El estamento de seguridad de Israel cada vez tiene más indicios para creer que los terroristas no tenían conocimiento previo sobre el festival de música celebrado junto al kibutz Reim, y decidieron atacar espontáneamente”, afirma dicho medio en base a investigaciones y entrevistas con varias fuentes de seguridad israelíes.
7:40 – Israel confirma la infiltración terrorista
Los misiles seguían impactando en territorio hebreo y también se sumaba la invasión terrestre y marítima, con miles de islamistas atravesando las vallas y los muros de la frontera con camiones, motos y excavadoras. A las 7:40 hora local, el Ejército israelí confirmaba la agresión: “Varios terroristas se han infiltrado en territorio israelí desde la Franja de Gaza. Se ha pedido a los residentes en los alrededores que permanezcan en sus casas”.
La Yihad Islámica, que no había sido informada de forma previa del ataque, confirmó su incorporación a la ofensiva una vez destruidas algunas partes de la frontera. “Somos parte de esta batalla y nuestros combatientes participan codo con codo con sus hermanos de las Brigadas de Al Qasam hasta la victoria”, declararon las fuerzas armadas del grupo al anunciar el secuestro de varios militares israelíes.
8:20 – Estado de alerta por guerra
Israel declaró, por primera vez desde 1973, el estado de alerta por guerra. “La organización terrorista Hamás ha iniciado un lanzamiento masivo de cohetes desde la Franja de Gaza hacia territorio israelí, y los terroristas se han infiltrado“, anunció el Ejército en un comunicado a las 8:20 hora local, señalando por primera vez en toda la mañana al grupo islamista.
Netanyahu y el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, evaluaron la situación desde el cuartel general de las FDI en Tel Aviv. “Ciudadanos de Israel, estamos en guerra. Esto no es una operación ni una escalada, sino una guerra”, manifestó el primer ministro en su primera intervención a través de X (antes Twitter). “Hamás es la soberana en la Franja de Gaza y es responsable de este ataque. Afrontará las consecuencias y la responsabilidad de estos hechos”, advirtió.
El Ejército de Israel se encontraba combatiendo “en varios puntos en el entorno de la Franja de Gaza”. Entre ellos, se incluía el cruce fronterizo de Erez, los kibutz cercanos al enclave de Nahal Oz y Maguén; así como las bases militares israelíes de Zikim y Kfar Aza. “Estamos movilizando más fuerzas y más comandantes al área de Gaza”, explicaron.
10:30 horas – Operación ‘Espadas de hierro’
Dos horas después de declarar el estado de alerta por guerra, Israel anunció el nombre de su operación ‘Espadas de hierro’ en respuesta al ataque. “Decenas de aviones de combate israelíes están atacando varios objetivos pertenecientes a la organización terrorista Hamás en la Franja de Gaza”, informaron las FDI. Además, numerosos soldados, incluidas fuerzas especiales, fueron enviados a la zona que rodea la Franja.
El Ejército contraatacó para recuperar el control de las localidades tomadas por los milicianos palestinos. Emplearon tanques y helicópteros de ataque y se movilizaron para reforzar las fronteras, cercar la franja de Gaza y buscar terroristas en Israel. El portavoz de las FDI informó de que habían aprobado el reclutamiento de soldados de reserva, así como de que estaban reforzando el sur y las comunidades que rodean la Franja con varias fuerzas operativas.
En un discurso televisado por la tarde, Netanyahu prometió venganza: “Lo que ha ocurrido hoy nunca se había visto en Israel, y me aseguraré de que no vuelva a ocurrir jamás. Hamás ha empezado una guerra malvada y cruel. Ganaremos, pero el precio será alto“. Tras retomar el control de su territorio, el Ejército israelí comenzó a bombardear objetivos en Gaza, incluyendo edificios residenciales, torres de comunicación y hospitales. De igual forma, se inició el corte del suministro de agua, electricidad y alimentos, medidas que se mantienen hasta día de hoy.