Este 20 de diciembre la República Dominicana conmemora el Día del Dominicano que Reside en el Exterior, también conocido como Día del Dominicano Ausente, una fecha que reconoce el aporte económico, social y cultural de quienes viven fuera del país y que, de acuerdo con referencias oficiales, la efeméride quedó instituida por decreto en 1987 y se celebra cada año el 20 de diciembre.
En ese contexto, el flujo de remesas vuelve a confirmar el peso de la diáspora en la economía dominicana: entre enero y noviembre de 2025, el país recibió US$10,780.8 millones, un aumento interanual de 10.5%, según el Banco Central.
Solo en noviembre entraron US$889.5 millones, con un incremento de 5.8% frente al mismo mes de 2024, de acuerdo con el reporte citado por el BCRD.
¿Dónde viven los dominicanos fuera del país?
Los datos más recientes difundidos por el Instituto de Dominicanos y Dominicanas en el Exterior (INDEX), en su Registro Sociodemográfico presentado en 2025 y actualizado al cierre de diciembre de 2024, estiman que la población dominicana residente en el extranjero asciende a 2,874,124 personas.
La concentración sigue marcada por dos destinos principales que son Estados Unidos con 2,398,009 dominicanos (la gran mayoría del total) y España con 201,162.
Otros países con presencia importante incluyen Puerto Rico (53,175), Italia (29,791), Chile (22,836), Canadá (22,125), Países Bajos (17,979) y Venezuela (11,399), entre otros.
Perfil por género y edad
El registro del INDEX también traza un perfil demográfico de la diáspora. En cuanto al género, las mujeres son mayoría con 1,480,252 (53.5%), mientras los hombres suman 1,284,882 (46.5%).
Por edad, el grupo más numeroso es el juvenil: 37.2% tiene 25 años o menos. En el otro extremo, los dominicanos de 55 años o más representan 19.1% del total, lo que refleja una diáspora con gran peso de población joven, pero con una porción creciente de adultos mayores.
Más allá de los montos, las remesas suelen impactar directamente el día a día de miles de familias: ayudan a cubrir alimentación, salud, educación, alquileres y mejoras de vivienda, además de sostener parte del consumo interno.
Por: Yari Araujo